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Por Macario Ramos Chávez Morelia, Mich.- Antes de que salgan los primeros rayos del sol, la ciudad registra un creciente movimiento, siluetas que se pierdan entre las esquinas y portales del Centro Histórico. Panaderos de la Soterraña, jóvenes llegando al Colegio de San Nicolás, vendedores del Mercado Santo Niño y usuarios del transporte, que van por distintos rumbos. De pronto, se escuchan las campanas de Catedral, una con sonido grave y la otra de timbre claro, su presencia inunda Barrios y colonias. Ya es de día, trinar de pájaros, limpieza en las plazas, jardines frescos, cielo azul. Algunos parroquianos, van a misa, otros hacen fila en alguna dependencia de Gobierno. Al filo de las doce, se vuelven a escuchar las campanadas , son " La Santa María" y " La Trinidad " que así llevan por nombre y nos comparte el dato, Alfredo Maillefert Vidales, en su obra " Laudanza de Michoacán" , con prólogo del Maestro Raúl Arreola Cortés , editada por nuestra Universidad Michoacana. El escritor Maillefert Vidales, es originario de Taretan, Michoacán y en su prosa, nos retrata toda una época de la señorial Ciudad, nada más, ni nada menos. |
