Mil Millones de Gordos
12:00:21 / 08/03/2024
Autor: Redacción
SOMOS NUESTRA MEMORIA
Mil Millones de Gordos
Por Boris González Ceja
Ya somos más de mil millones de obesos en el mundo, o gordos, como vulgarmente se les
dice en la calle. Esta condición afecta su salud mental y la vida de las personas y sus
familias, especialmente de niñas, niños y adolescentes, con estigmas asociados,
complicaciones comunitarias por la convivencia y graves problemas de salud física como
enfermedades crónicas degenerativas congénitas tales como diabetes, cáncer,
enfermedades cardiovasculares, y un largo etcétera.
La obesidad genera más del 70 % de las muertes anuales, amputaciones y merma de la
calidad de movilidad y vida; se genera por conductas y procesos cognitivos que bien
pueden atenderse desde la psicología, incluso es más económico el tratar con terapia
psicológica los desordenes alimenticios, ya que sus efectos dejan en las personas no
únicamente la salud vulnerada, sino también los bolsillos; los empleadores y el sistema de
salud deberían atender de manera profesional la salud mental por dichos padecimientos.
Resaltan los síntomas mentales de la obesidad con el dolor que genera la incertidumbre,
estrés y angustia, como causa y efecto. Saltan a la vista las afectaciones en la familia, donde
la ansiedad y la depresión se hacen presentes de manera dramática, así como la falta de
autoestima; muchas veces sin atención, casi siempre con consecuencias indeseables, las y
los pacientes con obesidad llevan en el cuerpo las marcas de decisiones, de postergar la
satisfacción y de políticas que desconocen. La obesidad como malnutrición genera
problemas notables donde la razón de género cobra su cuota, donde las mujeres suelen ser
más en casos de sobrepeso y obesidad, con dietas altas en azucares y grasas por sentir la
necesidad de saciedad y por ansiedad que sólo ciertas comidas pueden controlar: muchas
personas se tragan cualquier cosa que les dan, y allí van cavando su tumba.
En una ocasión tuve el honor de trabajar como psicólogo en una clínica contra la obesidad
del ISSSTE, donde pude testimoniar los esfuerzos que hacen endocrinólogas, enfermeras
y médicas en temas de salud, salud mental y motivación, algo que si no se atiende,
profundiza la enfermedad.
He visto como muchos pacientes hombres tienen obesidad y una adicción al alcohol que
los domina, profundizando su ruina pero siguen pensando que es una respuesta adecuada
para su problema, no pueden detenerse y no van a parar hasta que existan razones
“superiores” que los hagan cambiar sus hábitos.
“Gordos, obesos, marranos”… el estigma ligado a la obesidad muchas veces se encuentra
ligado a la discriminación en temas de sobrepeso y obesidad, sobre todo propiciando una
idea de que la obesidad es una elección personal, cuando no siempre ni mayormente es así:
se olvida muchas veces la vida inconsciente, o que algunas personas tienen problemas de
tiroides, o dificultades gatrointestinales u hormonales que les generan dicha condición y
que no son atendidos.
La percepción negativa contra las personas obesas encuentra en su vanagloria tiktokera de
la gordura su corolario, con personajes como el Ñoño o Pedro Picapiedra, Ramoncito de Culiacan (que amo por su forma de ser pero su obesidad no le ayuda).
En las escuelas se aprende mucho por la convivencia, siendo en ocasiones agresiva entre
la niñez y adolescencia, con casos notables de discriminación contra estudiantes obesos,
ya que se les considera como pobres de voluntad, flojos, y se les excluye de las actividades
con sus compañeros.
El tema de la sexualidad adviene con interés especial en estos temas de salud, sobre todo
por la falta de sangre en el pene o clítoris, ocasionando dificultades para lograr el orgasmo
sexual en la mujer o la disfunción eréctil en los hombres.
Ni que decir de la discriminación que sufren las personas que cursan con obesidad cuando
están con psicólogos (si, los psicólogos tambien discriminan), cuando los hacen pasar por
enfermos, supuestamente con más síntomas psicológicos severos, más atributos negativos
y con supuesta peor respuesta al tratamiento, algo que es evidentemente un error, y es mejor
cambiar de psicólogo.
Causas y azares…
• En México no hay oposición, como puede observarse en los debates, donde los problemas
de la población siguen creciendo y no se tienen respuestas contundentes, criticas objetivas
ni propuestas políticas de solución.
• Las propuestas políticas como las de Xochitl Galvez de una “Aldea del Saber” para
jóvenes son irrisorias, denotan la improvisación, falta de asesores capaces y muestran estar
sólo ideando para ocupar un lugar en el espacio.
• Cerca de 50 mil trabajadores de la salud eventuales en el país se van a quedar esperando
otro presidente para que los basifique, ya que al día de hoy AMLO no cumplió con
garantizar sus derechos laborales que por Ley les pertenece.
Hasta la próxima, que el peor laberinto no es esa forma intrincada que puede atraparnos
para siempre, sino una línea recta única y precisa.
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