La Sintética Historia del Magisterio Democrático Michoacano Parte II La Sintética Historia del Magisterio Democrático Michoacano Parte II

10:23:12 / 29/10/2024

Autor: Redacción

 

Por:Juan Pérez Medina

lll. LA CONDUCTA DE LOS MILITANTES Y DIRIGENTES (LOS PRINCIPIOS).
En octubre de 1989, Elba Esther Gordillo, lideresa del SNTE, incumplió el acuerdo para realizar el 13 y 14 de octubre en Uruapan, el congreso seccional y, en cambio, llevó a cabo de forma sorpresiva, a escondidas y en menos de una hora, una mascarada de congreso en las instalaciones del balneario de San José Purúa, municipio de Jungapeo, en donde nombró a una dirigencia espuria, encabezada por el tristemente célebre: Getsemaní Viveros Maldonado, quien nunca logró desempañarse ante el permanente acoso de las fuerzas disidentes.
En cambio, los delegados electos al congreso de Uruapan, ante el “charrazo” en San José Purúa, nombraron una nueva dirigencia, encabezada por el profesor Delfino Paredes Orozco. El 14 de octubre por la madrugada, el MDM, encabezado por el nuevo CES, se trasladó a Morelia y tomó el edificio de la Secretaría de educación, de la Sección XVIII y de la casa hotel del Maestro, decretando paro indefinido hasta lograr el reconocimiento del nuevo comité ejecutivo estatal; trasladando una parte del contingente a la CDMX para instalarse en plantón ante el edificio del SNTE.
El MDM se reorganizó instituyendo una estructura alternativa para la toma de acuerdos y su funcionamiento, definiendo que todas sus instancias creadas debían garantizar que la base determinara. Así se instituyó la máxima de todo el poder a la base. La asamblea era la piedra angular de su funcionamiento y la consulta a los maestros y maestras, la manera de tomar acuerdos. La dirigencia se supeditó a los acuerdos de asamblea, ya sea delegacional o seccional. ¡Nada por encima de la base!
Al mismo tiempo, definió la conducta de sus militantes y, sobre todo, de sus dirigentes. El movimiento magisterial de declaró autónomo e independiente del gobierno y sus partidos, definiéndose como parte de las organizaciones del pueblo y partícipe de sus luchas. Su estrategia y táctica de lucha estaba basada en la movilización – negociación – movilización. La dirigencia estaba impedida a llegar a acuerdos con la autoridad a espaldas de la base y de actuar en nombre del Movimiento para provecho personal o de grupo. Todo elemento del Movimiento estaba obligado a no conciliar con el enemigo, ni dividir la Organización y la lucha; a combatir el apoliticismo mediante la educación política; ejercer la crítica y la autocrítica de forma constructiva y fraterna; y el combate al sectarismo, el dogmatismo, el gremialismo y cualquier otra forma de desviación sindical y política.
En julio 1990 el gobierno encabezado por Víctor Manuel Tinoco Rubí, el gobierno federal y el CEN del SNTE desataron la represión encarcelando a toda la dirigencia del MDM. La base magisterial, la CNTE, el movimiento estudiantil, las organizaciones sociales y campesinas en el estado y en el país de forma decidida y solidaria mantuvieron la movilización y la denuncia hasta lograr la libertad de la dirección sindical del MDM, después de dos meses de su detención y encarcelamiento.
IV. LA NECESIDAD DE LA LUCHA (MBTEM).
En 1994, el magisterio democrático, que se había dividido en dos fracciones, llegó al acuerdo de iniciar un proceso unificatorio. Para ello, se conformó una comisión bipartita que de manera conjunta visitaría a los compañeros de base de las regiones y convocará a un evento unificador. Cuando el proceso dio inicio, en la delegación D-lll-6 de oficinas centrales ocurría un hecho que detonaría una nueva etapa del movimiento magisterial michoacano. Ante una serie de demandas planteadas por los trabajadores administrativos, su dirigente espurio los desconoció.
La dirigencia de D-lll-6, convocó a todos los administrativos de las Unidades de Servicios Regionales a sumarse a la declaratoria de paro indefinido. A la incorporación de los administrativos y manuales de las Unidades de Servicios Regionales del Estado, se sumaron los trabajadores de apoyo de los centros escolares haciendo que el paro de oficinas centrales se extendiera en unos cuantos días. A las demandas de los trabajadores de apoyo se sumaron de manera solidaria los docentes, declarándose a los diez días el paro estatal y sumándose nuevas demandas; entre ellas, un nuevo congreso estatutario.
En Oficinas centrales se instaló la asamblea estatal representativa y de ahí surgió la nueva dirección estatal. El proceso de unidad iniciado por el magisterio democrático fue rebasado, dando lugar a una nueva realidad que superó al antiguo MDM, constituyéndose el Movimiento de Bases de Trabajadores de la Educación en Michoacán (MBTEM), que integró prácticamente a todo el magisterio estatal. El desprecio de la dirigencia nacional del SNTE a las demandas de los trabajadores administrativos y manuales de la entidad, descolló hacia un movimiento que profundizó la democracia de base y posibilitó la derrota del “charrsimo” sindical en su propio terreno y con sus propias reglas.
En marzo de 1995, se celebraría el congreso estatutario arrancado por las bases. Tratando de maniobrar para imponerse a la mayoría de los delegados surgidos de las asambleas delegacionales presididas por los representantes del CEN del SNTE, el congreso que estaba acordado para tres días se alargó a diez. Sin embargo, Elba Esther Gordillo tuvo que ceder y reconocer la fuerza del magisterio democrático del MBTEM. Fue así que, en marzo de 1995, se logró obtener la dirigencia del comité ejecutivo seccional. Las bases habían logrado imponerse y los charros jaimistas y elbistas fueron derrotados.
La enorme victoria sindical, fue trascendental para el movimiento social y popular en la entidad y el país. El contingente michoacano vigorizó la lucha de la CNTE y otras organizaciones en lucha. En el estado se logró la constitución del Frente de organizaciones sociales y populares hermanando la lucha sindical del gremio con la de los contingentes populares, para dar la lucha juntos. Así fue como sus demandas fueron nuestras y las nuestras las hicieron suyas.
El MBTEM se dotó de un programa que contenía las líneas estratégicas de su lucha, de donde surgieron las seis tareas que dieron contenido al Proyecto Político Sindical, pilares que deberían motivar en todo momento el quehacer de sus miembros y que se pretendía convertir en el motor de su accionar.
1. Restituir el poder a la base.
2. Integrarnos al esfuerzo nacional para resolver los grandes problemas nacionales al lado del pueblo.
3. Construir un Proyecto Alternativo de Educación.
4. Arrancar las reivindicaciones de las bases.
5. Realizar una gestoría democrática.
6. Unificar a los trabajadores de la educación.