Historia, cultura y tradición en el tradicional recorrido de Las Yuntas de la Magdalena

20:35:30 / 23/07/2012

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Historia, cultura y tradición

+ En el tradicional recorrido de las yuntas del barrio de La Magdalena.

Lamberto HERNÁNDEZ MÉNDEZ

URUAPAN, MICH.- Le gente poco a poco fue arribando al centro histórico de la ciudad, tratando de buscar el mejor lugar, con la mejor vista; se acercaba el mediodía y es la hora en que normalmente parte el contingente para el tradicional recorrido de las yuntas del barrio de Santa María Magdalena. A lo lejos se escuchaban los cohetes que explotaban en el aire y el eco era arrastrado por el aire del nublado cielo de Uruapan. Señal de que ya todo estaba listo.
Dieron las doce, mediodía y la espera se hacía impaciente cada minuto que pasaba. Del contingente, ni sus luces. Por fin, a las 13:30 horas se dejan escuchar allá a lo lejos las notas musicales de las bandas y los cohetes cada vez más cerca; retraso y desorganización fueron evidentes. Grandes espacios entre grupo y grupo; jovencitos de ambos sexos que apenas rebasaban los doce años, ingiriendo bebidas embriagantes ante la mirada de todos.
Don Carlos Castrejón, uno de los organizadores, trataba a toda costa que el recorrido saliera lo mejor posible, pero era difícil controlar a más de dos mil personas que participaban como danzantes, músicos o borrachos.
Finalmente, el público aplaude a los grupos de danzantes como Los Hortelanos, Los Yunteros, Los Tumbíes con su danza de Los Viejitos, Las Canacuas, Los Negros, Las Leñadoras, los de la Música del Templo, el grupo Jurhiata Purhépecha de la familia Durán, de naná ka sesï jas (mujer bonita), iban también la carguera Teresa Ruiz magaña, la reina de los Juaquiniquiles, así como los descendientes de los Hermanos Tuláis con una lona que dice: “nosotros seguiremos su cultura y tradición”.
Pero a eso de las 14:30 horas, intempestivamente empieza a caer un fuerte aguacero que hace que la multitud busque refugio en los portales, bajo los árboles, pero también salen a relucir aquellos famosos paraguas de la “Cocoa”. En cuestión de segundos, la calle queda desierta exactamente en los momentos en que va pasando el contingente de Las Comideras.
Por ello, éste grupo fue de los menos ovacionados; la gente corría a protegerse del aguacero y si a esto le agregamos que la que parecía encargada de la danza tenía un gesto como de celadora y trataba a toda costa de quitar a su paso fotógrafos y camarógrafos en un afán protagonista, simple y sencillamente son quienes se llevaron la rechifla del respetable. Nunca falta alguien así.
Los “cueteros” lanzaron al aire de manera simultánea medio centenar de cohetes que tronaron al unísono; un estruendo espectacular con chispa y humo negro en lo alto del cielo, lo que ocasionó a la vez que una parvada de pichones volara desconcertado y asustado. Pero también de manera milagrosa, la lluvia desapareció y el astro rey se dejó ver. La gente de nuevo salió de sus escondites y admiró a las últimas yuntas y al final un grupo de caballerangos, cuatrimotos y una multitud que brindaba con cerveza, tequila, whisky y hasta con un “esquicito” pulque de papa de ese que vende El Chino en su triciclo.
Pasadas las tres de la tarde los participantes partieron hacia su barrio, La Magdalena, para ingerir sus sagrados alimentos, con lo tradicional, churipu, kurundas o de perdida un mole de pollo o carnitas, pero eso sí, con una suculenta y refrescante bebida de moderación. Como debe ser, qué caray!.
Pero no todo felicidad, a las cinco de la tarde, el cielo de Uruapan se cubrió en su totalidad de nubes negras; rayos se dejaban observar y escuchar sus estruendos en el horizonte. Una fuerte lluvia, de esas que duran toda la tarde, estuvo cayendo sobre el famoso barrio de La Magdalena y el resto del pueblo. Una refrescada externa también hacia falta, no cabe duda que la naturaleza es sabia, muy sabia.