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Redada nudista
A lo largo de la semana me he enterado de los hechos acontecidos el pasado Sábado, donde un grupo ciudadanos, se manifestaron para hacer consciencia en la ciudad para recuperar el espacio del peatón y la búsqueda de transportes menos contaminantes y más eficientes, proponiendo a la bicicleta como un transporte saludable, ecológico y un símbolo de libertad, transformación social, que no paga impuestos, ni gasta petróleo. Dicha encuentro se llevó a cabo dentro del marco de la Rodada Mundial de Ciclistas al Desnudo (www.worldnakedbikeride.org) que se realiza en 124 ciudades del mundo y que comparte ideologías similares. Lamentablemente algunas buenas consciencias de la ciudad de Morelia, vieron pasar la ruta de los ciclistas que sin ropa y pintados del cuerpo, iban alegres pedaleando sus bicicletas sobre Avenida Solidaridad y considerando que sus cantos no era un símbolo de consciencia ecológica, sino una incitación a las faltas a la moral, los indignados vecinos con el castigo de dios en la boca, solicitaron de la presencia de las autoridades policiacas que curiosamente llegó a la brevedad “atendiendo de manera eficiente” el llamado urgente de la ciudanía bien portada. Ya en el lugar, uniformados rodearon a los ciclistas que mostraban sus frágiles carrocerías y sin invitarlos a concluir su manifestación en pro del planeta de manera pacífica, separaron en dos grupos (como en la escuela) a los activistas rodantes: “uno de niños y otro de niñas” y con lujo de violencia “pusieron orden”, subiendo a los ciclistas a las patrullas y trasladándolos como delincuentes al área de barandillas. Ya en aquel lugar, además de revisar sus antecedentes penales, les hicieron un examen médico (supongo para ver si estaban bien de la cabeza, preguntándose las autoridades, el porqué se habían manifestado de tan llamativa manera) y teniendo que pagar además una multa personal de 30 pesos por concepto de movimientos administrativos para dejarlos salir luego de tres horas de estar cautivos una celda. No dudo que aquellas inocentes mentes se hayan “espantado” pensando que aquel llamado ecológico era algún tipo de perversión sexual móvil. Sin embargo al día de hoy, me sigue pareciendo incomprensible su queja, ya que hablando dentro moralista en nuestra ciudad resulta más grave el hecho de que se vendan revistas de tinte erótico sexual en los puestos de periódico del primer cuadro del centro histórico y se vendan a los menores de edad sin restricciones como si estuvieran vendiendo un especial de chistes de Condorito. Otra cosa pero no menos grave es también que no se preocupen denunciar el cierre del histórico Cine Arcadia (histórico porque aún sigue funcionando), que realiza matinées diarias al dos por uno y en permanencia voluntaria de películas como: “Grande-grande”, “El placer llega por detrás” o “El currículo de mi secretaria”, anunciadas con cárteles que ha discreción, tapan con estrellitas las partes nobles de las artistas femeninas y que en tamaño, superan por mucho a los usados por el mismísimo Festival Internacional de Morelia realizado en el Cinepolis del centro, que por cierto se ubica a sólo dos cuadras del Arcadia. Esos duendecillos de mentes conservadoras deberían de preocuparse por pedirle a su Arzobispo que deje de hacer sus finos comentarios como: “Ni los perros tienen relaciones entre los de su mismo sexo” cuando se refería a la comunidad gay o “Que tu mano derecha no sepa lo que hace tu mano izquierda” al referirse a las “falsas acusaciones” realizadas a los representantes de la iglesia que han dado cobijo bajo sus sotanas a varios niños en nombre del señor. Ahora por el otro lado, sorprende la agilidad de respuesta de los 33 rellenitos representantes de la policía, que sintiéndose miembros de la Liga de la Justicia, atendieron el llamado mostrando su poderío y autoridad contra 19 activistas rodantes, como no lo hacen en los casos donde realmente se requiere una respuesta rápida, dejando así a la ciudadanía desprotegida y a manos de ratas de dos patas como bien dice en su canción Paquita la del Barrio. La vieja escusa esa de “salvaguardar las buenas costumbres y la moral pública” es sin duda un tema que se debe analizar para la aplicación de la ley, porque si a esas vamos nos tendríamos que meter en contextos publicitarios y religiosos que tendrían que regularse y en donde seguramente muchos serían los inconformes. Se aplaude desde Jalisco la “Encueralia”, nombre que atinadamente ha nombrado don Alejandro Delgado ha puesto sobre este bochornoso caso (para la autoridad y los moralistas quejosos), en la detención de los ciclistas, que lo único que intentaron hacer fue llevar consciente sobre como valorar y mejorar los espacios de circulación entre conductores, ciclistas y peatones de una manera más correcta. Para las autoridades va un aplauso por la eficiencia en la respuesta, pero un zape por hacerlo con los ciudadanos responsables, que esperamos en todos su llamados atiendan profesionalmente los llamados y no le hagan como los de la unidad 502 de la policía Municipal que se sigue estacionando en lugares exclusivos para personas con discapacidad. Soy Zimón Avellaneda desde el Proyector de Opacos, esperando poder contratar a los ciclistas nudistas en la campaña: Somos unos exhibicionistas de la Muestra Independiente de Cine y Video. Nos vemos la próxima semana. [email protected] |