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El Ejército Mexicano
Es un sentimiento dicotómico el que puede provocar el Ejército Mexicano. Hablamos de una institución que ha tenido claroscuros a lo largo de los últimos cien años, sobre todo, desde que el régimen priísta tomó las riendas de este país. No podemos olvidar lo acontecido en 1968, en 1971, cuando el Ejército salió a las calles a matar a civiles, en especial estudiantes en 1968. Tampoco podemos obviar la importancia que el Ejército ha tenido en los desastres naturales a través del plan DN3 donde han literalmente, salvado miles y miles de vidas. En los últimos seis años, quien fuera comandante supremo de las fuerzas armadas, el ex presidente Felipe Calderón los sacó a las calles a hacer labores policiales y a pelear una guerra sin cuartel, al mismo tiempo que parte de sus integrantes cayeron en las mieles de la corrupción y del crimen organizado. Para bien y para mal, me parece que el Ejército Mexicano ha soportado bastantes irresponsabilidades, excesos y abusos de los gobiernos civiles, para nuestra fortuna no hay –y esperemos no haya en lo futuro—intención alguna de un golpe o gobierno militar, el Ejército ha soportado los embates más fuertes, esos de los políticos que rigen sus destinos. En los últimos años, la violación de derechos humanos y los excesos del Ejército también han sido registrados en la ciudadanía mexicana, cosas que deben remediarse en especial si el Ejército Mexicano quiere recobrar su credibilidad como una de las instituciones más respetadas, así como lo era hasta antes del año 2006. Me parece también, que el nombre de Felipe Calderón Hinojosa fue de las peores cosas que le pudo ocurrir al Ejército Mexicano, lamentablemente el ex presidente con impunidad absoluta, aún es custodiado –y lo será hasta su muerte—por efectivos del Ejército. Así pues, nuestro Ejército Mexicano cumple cien años, con excesos y limitantes, con buenas y malas cuentas, como todo en nuestro país. JOSÉ ANTONIO LÓPEZ SOSA www.lopezsosa.com [email protected] twitter: @joseantonio1977 |