A bocajarro
00:07:54 / 18/03/2013
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El que espera, desespera.- Por ahí de repente me encontré con un artículo que iniciaba preguntado ¿cómo hacer para que México cresca? Sin duda, que resulta una interrogante muy recurrida y que sigue siendo discutida. Pero creo estimado lector que nuestro bello país, a pesar de las tundas económicas que cada sexenio recibimos los millones que lo habitamos, merece ya ser respetado. Obviamente que quienes nos gobiernan, no son extraterrestres, son como usted y como yo, solo que al momento de asumir la responsabilidad de administrar los bienes de la nación, actúan como si los recursos y el patrimonio, nacieran de una fuente inacabable de riqueza, que puede ser explotada y explotada sin miramientos ni responsabilidad. Michoacán quiere desarrollarse, esta creciendo de forma desorganizada y algo anárquica, quizá se deba al nivel bajísimo de preparación con que cuentan la gran mayoría de los presidentes municipales, ni siquiera es suficiente que tengan título, pues sus limitaciones no les permiten gobernar eficientemente. México ha crecido, no se puede negar que hay progreso, lamentablemente es un progreso desigual, desequilibrado, injusto y paradójicamente respaldado en nuestra Carta Magna. No podemos aspirar a construir una sociedad honesta, participativa y comprometida entre sí; menos cuando nos damos cuenta que en el caso de Michoacán, los responsables del desfalco a las arcas públicas, siguen su vida sin contratiempos ni molestias que los incomoden, es más pueden aspirar a ocupar puestos públicos sin ningún problema. Con qué cara, con qué argumento, convencemos a los jóvenes de que deben respetar a sus autoridades y a sus gobernantes, si estos no los respetan, los ningunean, los empobrecen y para colmo de males, los orillan a delinquir para luego cazarlos cual bestias salvajes. Esperar a que la justicia haga su aparición, nos esta costando demasiada sangre, si para evitarlo se pretende construir sobre las ruinas, estaremos condenándonos al fracaso. La violencia al seno de la familia ira en dramático aumento, los programas para prevenirlo o combatirlo no serán suficientes, de poco sirven si no hay esperanza de vida, cada día miles de hombres católicos, designados a capricho como los proveedores, se ven sometidos a dolorosos e inmanejables castigos económicos. Lo que no se quiere reconocer por parte de los gobiernos, es el hecho de que ante la carencia de oportunidades, se recurre desafortunadamente a los golpes, a los gritos, al alcohol, a los insultos y al homicidio o suicidio. Esperar a que la educación haga su trabajo, pues es atenernos a que millones de pesos, sigan sirviendo únicamente para solventar el trabajo sucio de grupúsculos opositores a la misma. Esperar a que el campo retome su valor de antaño, ya no es posible cuando su éxito depende de los precios internacionales. Michoacán tiene rato cojeando, es un estado minusválido, enfermo sin cura, sus padecimientos y dolencias son consecuencia del egoísmo, voracidad y ambición de unos cuantos. Si bien es
cierto que hay paciencia para las malas políticas económicas, lo que están obligados a resolver es el tema de la defraudación que se hizo al estado.
A QUEMARROPA
1.- En estos momentos, el tema de la educación en Michoacán es un asunto que da penosa vergüenza; los millones de pesos destinados al rubro, jamás han sido exitosamente restituidos por el gremio sindical. Los niveles de conocimientos en historia, matemáticas y geografía, que se imparten en las escuelas públicas son de dar terror. 2.- Eso sí, cada gobierno en su momento, se sirvió del sector educativo para fortalecer su capital político operativo. De lo contrario no existirían los Morón, Molina, Macedo, Pérez, ni toda esa fauna dañina que parte de ella, se logró incrustar exitosamente en los proyectos de izquierda. 3.- Tiene razón Jesús Reyna, al asegurar que el otorgamiento de plazas de docente, se convirtió con el paso de las décadas en una “inercia” 5.- En lo que no tiene razón es que “ya no se requieren de tantos maestros” Lo que sucede es muy fácil de detectar, un gran numero de egresados de las normales, ya no quieren irse de la capital moreliana, aceptan hacer su servicio de seis meses, pero su tirada final es regresar a la zona nice. Nunca habrán suficientes maestros, lo que sobran son los sindicalizados mafiosos. 6.- Estuvo en Morelia, el elbista Roberto Campa, quien trajo al estado una serie de paquetes financieros muy interesantes. Se pretende “revertir el deterioro social, económico y cultural” Casi 60 millones de pesos federales para echar andar tan ambicioso programa. 7.- Que quede constancia, si Darío García de la Paz, comisariado de bienes comunales de la comunidad indígena de Nicolás Romero o los mismos comuneros, son víctimas de la delincuencia organizada que esta realizando la destrucción irracional de vastas zonas boscosas de esa región. Los responsables por omisión serán: el gobierno del estado, el diputado federal perredista Silvano Aureoles, el senador priísta Ascensión Orihuela, el presidente municipal de Zitácuaro Juan Carlos Capos; el diputado local Juan Carlos Orihuela Tello. 8.- Los Comuneros de Nicolás Romero en Zitacuaro, se han atrevido a cometer el peor de los pecados “organizar guardias forestales” Aun están a tiempo los involucrados pero desinteresados actores políticos, pues el llamado de auxilio es un foco rojo que no debe ser pasado por alto o habrá sangre. 9.- Quienes pretenden insistir en que el sindico Salvador Abud, representa una pieza incomoda para el trabajo político del presidente Wilfrido Lázaro Medina; solamente buscan por envidia fracturar la relación constructiva y positiva que hay entre ambos representantes populares. 10.- No hay de otra, Ramón Hernández es la mejor elección que los diputados locales, pueden hacer para la presidencia del IEM. Buscar otro perfil solo abonaría a la incertidumbre y al deterioro de tan importante organismo ciudadano. Estamos en www.aimich.com.mx |