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PROST-PRODUCCIÓN
El avance de los tiempos actuales, la hibridación de los equipos de producción audiovisual y las rebajas en los costos de estos mismos han permitido que aquellos que no tenían la oportunidad de hacer cine por no haber nacido en cuna de oro, hoy puedan hacerlo a través de las múltiples alternativas que ofrece el tan sonado HD (Alta Definición por sus siglas en inglés). El problema principal de adoptar las nuevas tecnologías es que al aceptar sus bondades, también se tiene que aceptar sus maldades y es ahí donde comienzan las consecuencias de “la era digital” y con esto me refiero a dos puntos que se han dado en los últimos años en nuestro país: 1) – Hoy, prácticamente cualquier penitente se hace llamar “cineasta”, lo cual creo que es una reverenda vulgaridad si no se cuenta con el trabajo cinematográfico teórico y práctico, al menos eso pensaría yo si hiciera cine, pero como hago video pues soy nomás un honrado videoasta. Es algo así como lo que se hacen llamar “maestros” y son profesores (sin tener estudios de maestría), pero bien dice el dicho: Aunque la changa se vista de seda, changa se queda. 2) – En este negocio del abarrote fílmico que de por sí ya tenía sus cosillas incómodas, ha crecido de gran manera la utilización en las películas y en la televisión de aquel trapillo azul y que ahora es verde (que en los años 60´s y 70´s fue lo “in” para los cineastas), provocando que los creativos modernos se olviden de aquellos tiempos en los que lo importante era encontrar una buena locación para filmar o grabar y donde por supuesto, el guión era el pilar fundamental de cualquier producción. Por tal motivo encontrarme aún al ir al cine o al ver la tv con producciones que aún creen en los valores de la vieja escuela (que yo amo mucho por cierto), me da muchísimo gusto. Y con ello me refiero a una producción de facturación nacional y que se transmitió a través de Once Tv México, a la cual le comencé a dar seguimiento y poco a poco me fue enredando hasta que de plano como señora telenovelera, no pude dejarla ni un momento. Me refiero con esto a XY, una serie que desde mi punto de vista creo que fue producida pensando en el hombre mexicano y que aborda la vida laboral de colaboradores de una revista para hombres, que además de lidiar con los constantes problemas que uno luego se topa en la chamba, se enfrentan a dilemas como los que la mayoría de los hombres en la vida real se topan. Su apuesta por la trama en lugar del exagerado uso de recursos digitales, que someten a los personajes a diversas situaciones que no son nada agradables y permiten conocer más al personaje en su lado humano. Llama la atención en la serie, el hecho de mostrar los sitios que un empleado más corriente que común pasa su tiempo: un restaurant, un puesto de periódicos, un estacionamiento, su cubículo, la imprenta, la cocina e incluso un buen table dance. Importante es resaltar que esta serie no cuenta la historia del jefe (un director editorial) y su duro día dando órdenes, sino también la historia de los reporteros, editores, diseñadores, impresores, correctores de estilo, fotógrafos y recepcionistas, los cuales nacen, crecen y se reproducen dentro de la revista. El trabajo de producción a cargo de Mystic Entertaiment y su co-productora Patricia Arriaga (Directora de estrategias y desarrollo del Once) es limpio, la dirección a lo largo de los 12 capítulos es fina y el desarrollo creativo respaldado en 5 cabezas, apoyadas en psicoanalistas, terapeutas y médicos, así como la interpretación musical de Jerónimo Gorráez, logran hacer que esta serie se saboreé de una manera muy exquisita. Soy Zimón Avellaneda en el Proyector de Opacos, invitándolos a ver la serie a través del canal de youtube de Once tv. Nos vemos la próxima semana. [email protected] |