Las posibilidades de la lente

19:46:07 / 31/08/2010

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En estos menesteres de la cultura es muy común encontrarse con una gran cantidad de actividades de promoción que buscan dar a conocer el trabajo de los creadores entre las que destacan en mayoría las de carácter fílmico y videográfico en nuestro país, así que cuando me topo con movimientos de este tipo donde se que habrá un interesante intercambio de ideas así como un aprendizaje directo, no dudo en acudir como quinceañera a su pastel.

Y así me pasó hace un par de años cuando me llegó una invitación que remarcaba que el invitado era: Director de fotografía, realizador, director, productor y receptor de una gran cantidad de reconocimientos nacionales e internacionales por su trabajo en más de mil documentales realizados en 35 mm (algo que no cualquiera puede presumir), por lo que dicha actividad era para mí el pretexto ideal para salir de la monotonía de las oficinas de Televisa e ir cubrir un evento que tenía un verdadero valor histórico y cultural (lo cual normalmente no es un tema que suela interesarles en este tipo de emporios).

Muy tempranito llegue a buscar el mejor lugar en la sala cinematográfica sede y acomodé al camarógrafo y a la reportera muy lejos de mí para poder disfrutar la plática de aquel personaje al que aunque no tenía el placer de conocer, era para mí todo un honor el poder estar ahí. Después de exhibirnos: México, El último país mágico y de dar lectura a un vasto currículum, ingresó a la sala con gran humildad Don Demetrio Bilbatua quien en una breve charla nos habló de su llegada a territorio azteca y de la influencia de Ángel (su hermano) para iniciarse en este oficio, su nacionalización mexicana y legado que ahora está dejando por amor al país que lo recibió.

Después de un largo aplauso el evento concluyó tras la entrega de un reconocimiento por su trayectoria, así que corrí desesperado gritándole las mil blasfemias al camarógrafo que estaba viendo hacia el techo mientras comía un helado de consolación (de esos que dan en los festivales cuando no se alcanza a entrar a alguna función). Lo alcance en el pasillo de la sala y me presenté con respeto a Don Demetrio, el amablemente me dio unos minutos para realizarle una entrevista (que se convirtió en casi 20 minutos) y que en cuanto llegó mi reportera, le arrebate el micrófono para ser yo quien lo entrevistara y no ella, en el entendido de que “mi entrevista” sería más interesante y aportadora de lo que podría brindar con sus preguntas una chiquilla de espectáculos.

Llamó mucho la atención que a pesar de ser un hombre de gran éxito se dio el tiempo para hablar de cosas que normalmente una personalidad de su talla no suele compartir y mucho menos a gente que no conoce, así tuve la oportunidad de saber sobre la difícil niñez que vivió cuando su padre y dos de sus hermanos fueron fusilados por las fuerzas franquistas y la prohibición de su madre de no realizar el saludo de Falange (impuesto en aquella época por un partido político español de la derecha radical), que los curas de su escuela en represaría por no realizarlo, le juntaban las manos para pegarle con una regla sin consideración mientras sus compañeros le gritaban: ¡rojo, rojo, rojo!. Ya entrados en materia cinematográfica me comentó como comenzó a soñar con las imágenes cuando vio la película Allá en el rancho grande y de la nostalgia que pasó cuando tuvo que brincar del blanco y negro al color, reconociendo que era más creativo con los grises.

Una de las cosas que más recuerdo es lo que él llamó las posibilidades de la lente, donde Don Demetrio planteó lo importante que es intimar con los procesos del celuloide, la importancia de conocer de las profundidades de campo de los distintos lentes y las posibilidades que tiene de acuerdo al diafragma que les pone (Quizá por gente como él, he buscado seguir manteniéndome al pie de las reglas de la técnica, que sin duda ha sido el talón de Aquiles de muchos realizadores de mi localidad). Al final habló de su pasión por nuestro país y de cómo a pesar de su edad sigue viajando y descubriendo este país que le dio su oficio. Al concluir la entrevista de manera agradecida estreche su mano y él me dio su tarjeta y un Dvd de su empresa New Art (El cual sigo conservando con mucha estimación).

Salí del lobby donde había sido la entrevista muy feliz por tener en cinta algo más que simples datos de un personaje y me dirigí a tomar mi camión a casa. Al otro día al llegar al canal me encontré con el camarógrafo tirado en un sillón y con las evidentes consecuencias de un cocktail festivalero. Cuando le pedí el videocasete para vaciarlo me comentó que en unos minutos más lo llevaría, casi 6 horas más tarde se lo volví a pedir pero como consecuencia de su ineptitud y borrachera simplemente no recordaba donde había dejado ya que había cambiado de videocasete en la fiesta a la que había acudido después de la conferencia. Olfatee como perro los chalecos y vacié toda la camioneta pero jamás apareció, así que sin mayor opción tuve que cubrir un espacio destinado a algo importante en el programa de tv que producía, con entrevistas y aspectos de una fiesta mas donde se encontraba divirtiéndose la gente nice de la ciudad.
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Soy Zimón Avellaneda felicitando desde el Proyector de Opacos a Don Demetrio Bilbatúa en estas celebraciones por su gran trayectoria. Nos vemos la próxima semana. [email protected]