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Uruapan, Mich., Septiembre 25 de 2013.- Ante un lleno total en el Salón de Piano de la Casa de la Cultura, se realizó un concierto especial donde por primera vez integrantes de la reconocida familia del dermatólogo Roberto Ramos Maldonado, dieron muestra de su talento artístico. Así, en esta ocasión se presentó el quinteto formado por miembros de la familia referida, con elementos de cuatro generaciones, iniciando por el Lic. Roberto Ramos Santillán (guitarra), Dr. Roberto Ramos Maldonado (violín), Julio Ramos Suárez (guitarra), Luisa María Ramos Suárez (piano) y Diana Ramos Suárez (violín). Julio, María Luisa y Diana, son hijos del doctor Ramos Maldonado, quien por tradición y herencia les motivó e impulsó para que incursionaran en el ambiente artístico, pues al igual que su padre, el abogado Ramos Santillán, han tenido el gusto por la música clásica, instrumental y vernácula, ejecutada en instrumentos de viento y órgano, principalmente. El repertorio ejecutado por el quinteto abarcó piezas de diversos géneros musicales, aunque al principio correspondió iniciar el programa con el dueto de violín y guitarra donde participaron el Lic. Roberto Ramos Santillán y el Dr. Roberto Ramos Maldonado, los que deleitaron al público con su intervención, mostrando sus tablas en el escenario y capacidad ejecutora. En general, dentro de las canciones que interpretaron la noche de un miércoles inolvidable, destacaron varios popurrís mexicanos y las piezas “Tierra Mestiza”, “Creí”, “Perfidia”, “Contigo a la distancia”, etc.; del mismo modo un espectacular popurrí de raíces folclóricas michoacanas y terminaron su participación con la inmortal canción del grupo de rock progresivo Kansas, titulada “Dust in the wind” (Polvo en el viento), hecho que ganó el aplauso general de la concurrencia, donde se dieron cita invitados especiales, procedentes de Morelia, Guadalajara y otras latitudes. En entrevista para nuestro medio electrónico, el Dr. Ramos Maldonado afirmó que en sus primeros pasos musicales, su padre le enseñó a tocar la guitarra de madera, instrumento con el cual ganó un premio a nivel nacional, interpretando música popular mexicana. Ello sirvió para que ingresara a estudiar en la Escuela de Bellas Artes. Sin embargo, “cambié de instrumento, pues me gustó más el violín, por cierto, mi papa empezó lírico y posteriormente se preparó en Bellas Artes, pero por cuestión de su carrera profesional, ya no pudo continuar”. En relación a sus hijos, manifestó que Luisa actualmente estudia el segundo año profesional en el Conservatorio de las Rosas (Morelia); Julio concluyó sus estudios en Ingeniero en Sistemas, egresado del Tecnológico de Uruapan; mientras que Diana, la menor, estudia violín y piano, en la Casa de Cultura de esta ciudad. El doctor Ramos abundó que “nunca habíamos tocado juntos, hasta el día de hoy; como familia la música nos une más, y como dice el trovador Facundo Cabral: ”Por cada músico que haya, va haber un soldado menos en el mundo”. “La música te abre muchas fronteras, no hay un músico malo, la música es uno de los siete artes que manifiesta sensibilidad, creatividad, amor, nostálgia, alegría, es humanística; lamentablemente en nuestro país, la carrera de música no tiene un sentido económico favorable, no se respalda adecuadamente, aunque creo que desde pequeños debemos inculcarles su estudio, hasta cómo hobby”, sentenció. Se sintió satisfecho por el poder de convocatoria que tuvieron al decir que “hoy es el ejemplo de que el arte y la buena música también le gusta a la gente, los asistentes se van contentos de nuestras interpretaciones, eso nos estimula. Al final, contrario a otras partes, destacó el apoyo de las autoridades culturales: “Desde los últimos años, en la Casa de la Cultura tenemos abiertas la puertas todos los artistas locales, así es como tenemos una gran opción de darse a conocer, espero que sigan teniendo éxito no solo eventos realizados el salón de piano de Casa de Cultura, sino los efectuados en otros lugares como “Tardes de Kiosco”, conciertos, obras de teatro, lectura, exposiciones, etc.”. |
