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El tema de la reforma energética continúa en la agenda mediática nacional, desde el gobierno federal se lanzan decenas de spots explicando las bondades que vendrán como consecuencia de la reforma. Sin serán ciertas o no, eso está en duda y no nos queda más que esperar. Un punto que no se ha tocado con profundidad es el estado del sindicato petrolero liderado por el senador Carlos Romero Deschamps, si bien es cierto que se le quitó el asiento en el consejo de administración de Petróleos Mexicanos, no podemos omitir el hecho que no hay investigación alguna sobre los dineros del sindicato y su líder, así como de las propiedades que este tiene y sus hijos presumen incluso en redes sociales. El sindicato petrolero vive en la impunidad, sin dar explicaciones a nadie administran su abundancia desde hace décadas al amparo de los gobiernos priístas y panistas. ¿Cómo será la relación entre la paraestatal y el sindicato en esta era de modernidad que nos promete la reforma energética?, es una interrogante que no ha sido aclarada por el gobierno de la república, tampoco por los legisladores que votaron la reforma. No hay fiscalización dentro del sindicato petrolero, no hay forma de saber cómo se ha movido el dinero otorgado por Petróleos Mexicanos y por sus trabajadores sindicalizados. Un ente que tiene como objeto proteger a un gremio, ha usado esa postura para enriquecerse de forma insultante ante una clase trabajadora que padece la permanente crisis económica del país. Sin lugar a dudas, Carlos Romero Deschamps es una muestra de la subsistencia del viejo PRI en el nuevo PRI. A pesar de permanecer en silencio y con muy bajo perfil en el senado de la república, es obvia la protección que este individuo recibe del partido en el poder. ¿Cómo creer pues en la reforma energética cuando no nos queda claro el tema del sindicato petrolero y su líder? jOSÉ ANTONIO LÓPEZ SOSA www.lopezsosa.com [email protected] twitteR: @joseantonio1977 |
