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Silvano Aureoles Conejo (SAC). Presidente, muchas gracias. Compañeras, compañeros. Breve, yo quisiera en principio decirles que estoy de acuerdo con la propuesta que ha hecho el senador Monreal, de que esta Minuta, que este dictamen no se vote y que se regrese a comisiones para que haya el tiempo suficiente de revisar el tema del Procampo. Déjenme decirles que varios meses ya pedimos que este tema en particular, el tema del Procampo, como uno de los programas más destacados del gobierno federal hacia los productores debería de ser revisado, es necesario que demos un debate a fondo en torno a este tema, porque no es un asunto menor. Se invierte anualmente en el Procampo cerca de 20 mil millones de pesos, 20 mil millones de pesos al año se destinan al Procampo. Teóricamente, Procampo debió haber terminado en el 2008, en virtud de haber sido un esquema de subsidios directos al ingreso en el marco de la firma del Acuerdo Comercial con Estados Unidos y Canadá por un periodo de 15 años; al concluir ese periodo, debió darse por terminado el programa, sin embargo, por una situación entendible, también, hubo mucha demanda de los productores de que este programa no terminara, de que el Procampo se mantuviera por la problemática tan aguda que padece el campo mexicano. Hasta donde conozco, el gobierno federal tomó la decisión de mantenerlo y el acuerdo del gobierno federal es que el Procampo se mantenga por cinco años más, por lo menos hasta que termine la presente administración. Es decir, el Procampo estaría vigente hasta el 2012 como un programa gubernamental, como un programa que se deja en operación por la decisión del gobierno en turno. Entendiendo que es una medida que ayuda a los productores, yo no estoy de acuerdo en que el Procampo se quede solamente como un programa gubernamental en función del interés particular del gobierno en turno. Y que el Procampo tiene que convertirse entonces en una política de Estado para atender al sector agropecuario. El campo ha sido de los sectores más golpeados en los últimos años, las cifras que conocemos son sustentadas por estudios recientes en donde se establece que no más del cinco por ciento de los productores vive y se mantiene del sector agropecuario, como la actividad principal en materia económica. Cinco por ciento de los productores nacionales son los que pueden mantenerse en esta actividad, es decir, el 95 por ciento de los productores están en una condición muy adversa, en una condición muy frágil, en una condición de prácticamente banca rota. Y junto con esto también se afirma, y esta no es afirmación nuestra, sino son los informes de la FAO y otros organismos internacionales, en donde ha quedado plenamente demostrado que los programas gubernamentales no han ayudado al campo a salir del rezago y el atraso en el que se encuentra. Por eso, creo pertinente y ojalá que mi compañero senador Alberto Cárdenas y compañeros que son parte de la Comisión, compañero Ramiro Hernández, estuvieran de acuerdo en que este dictamen se regrese a Comisiones y que demos una discusión más a fondo sobre el diseño y la aplicación de políticas públicas en materia de desarrollo rural y en materia de desarrollo agropecuario. Entiendo el sentido de la propuesta presentada por el senador Manuel Velasco, pero déjenme decirles que no riñe, no choca, el que podamos diseñar políticas que motiven e incentiven al sector agropecuario sin dañar el medio ambiente, que al final de cuentas es la preocupación que se expresa en la propuesta. Presidente, termino, esta sería mi petición, mi planteamiento. Entiendo que a los compañeros de esta Asamblea no les interesa el campo, no les interesa el sector productivo agropecuario, con excepciones muy claras, pero sí valdría la pena que un sector tan importante en la economía y de la población de este país, tuviera el apoyo y el respaldo del Senado de la República para que avancemos hacia el diseño de las políticas más responsables y que no lastimen, que no dañen el medio ambiente; pero que sí respondan a la necesidad de nuestros productores. Presidente, muchas gracias. |
