A bocajarro
18:23:14 / 15/10/2010
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¿Qué cualidades personales, determinan en un candidato su triunfo?; difícil parece la respuesta sobre todo en nuestra cultura electoral. Recordar que muy poco tenemos que despertamos de un letargo, sumidos en una oscuridad que permitía a los gobernantes del PRI, tomar libremente decisiones y demás. No había candidato del tricolor que no obtuviera su triunfo, éste dependía obviamente de un solo elector…el Tlatoani. Pero arribado el 2000, y ya con los antecedentes del 88, el recién descubierto ciudadano mexicano, estaba más que decidido a tomar el toro por los cuernos, sabedor del poder que los eternos habitantes de los pinos tenían, y atestiguando el desmoronamiento del gobierno de Fox, había que volver a enfrentarlo. El 2006 de nuevo quedó truncado, Felipe Calderón Hinojosa, logró quedarse con el poder. En Michoacán el PRI también resultó seriamente lastimado en las elecciones del cambio; el 2001 resultó favorable para un joven político de gran apellido; Lázaro Cárdenas Batel, se quedó con el Solio de Ocampo. ¿Pero y sus cualidades?, se tomaron en serio como factor de decisión, al parecer no. Al parecer en Michoacán, se sigue una ruta sin mucha mejoría en este tema, lo más que se hace es soportar en encuestas, el nombre de quienes se supone son los más cercanos aspirantes a suceder a Leonel Godoy. Nombres y apellidos, llenan el espacio, y obviamente se conoce su trayectoria, en algunos casos es realmente corta. Pero hace falta más, preguntarnos cuáles son sus cualidades, nos permitiría una mayor posibilidad de acertar en la última decisión. Carismático, tradicionalista, innovador, liberal, conservador, capaz, eficaz, frío, calculador, exitoso, guapo, feo, atractivo, descuidado, fluido, limitado, seguro, tímido, arrogante, soberbio, mujeriego, monógamo, egoísta, humano, cariñoso, evasivo, directo, escurridizo, modesto, narciso, desconfiado, derrochador, y honesto. Nada o muy poco sabemos acerca de ellos, simplemente son candidatos a distancia, aun cuando se acerquen en campaña al elector, le sonrían, le den un beso, se tomen la foto, y una que otra pequeñez, que no fastidia ni descubre el fondo de quien manejará los destinos de un pueblo. Es muy riesgoso darle un total respaldo a una encuesta en la que se califican únicamente nombres, son totalmente manipulables, pagadas, torcidas, distantes y mentirosas. Los medios de comunicación estamos obligados a indagar más de quienes desean gobernarnos, más allá de jugosas sumas por contratar un mejor espacio o aumentar números en encuestas, lo que nos obliga es la ética, y el compromiso con quienes nos leen, escuchan o ven. Tenemos tiempo suficiente para que se detalle la vida privada, y pública de cualquier aspirante. Construir un candidato de la nada, inventarle o aumentarle cualidades que no tiene, ocultar desviaciones o fracasos personales, le sale muy caro al pueblo. Trabajemos en ello de manera honesta, dejemos de experimentar en laboratorios. |