Proyector de Opacos, la vida Loca Proyector de Opacos, la vida Loca

19:18:49 / 19/10/2010

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La vida loca es el nombre del documental realizado por Christian Poveda, un franco-español que encontró en la fotografía y en el video una importante herramienta para capturar los sucesos de los movimientos bélicos con los que de una manera extraña había estado vinculado desde niño. Años más tarde, registró con su lente las condiciones adversas de Mauritania, Sierra Leona, Guatemala, Nicaragua, Isla de Granada, Camboya, Irak, Líbano y El salvador, donde él decidió quedarse a vivir, seducido por la guerra abierta que estaban viviendo en Centroamérica las pandillas Ms-13 (Mara salvatrucha) y Barrio 18.

Poveda se fue involucrando con contactos de ambos grupos para que le permitieran retratar los rostros de los miembros de las pandillas como parte de un trabajo periodístico de su autoría donde ambos grupos accedieron, tiempo después volvió a solicitar su apoyo para realizar un documental sobre su vida interna de las pandillas, pero en esta ocasión solo Barrio 18 accedió. A pesar de que el fotoperiodista ya había experimentado con el video en ocasiones anteriores con temas como el toreo, el ciclismos y el sida, esta era la primera ocasión en la que se enfrentaba a algo que implicaba un gran cuidado en el manejo de las imágenes y la información, documentar el fenómeno de los maras era trabajar en la boca del lobo.

Uno de los lugares más recurrentes dentro del documental, es una panadería en la que los pandilleros trabajan demostrando que son capaces de sostener un proyecto productivo, donde Christian de manera solidaria y amistosa ayudó pagando los hornos, instrumentos, la harina y el alquiler del lugar. La narrativa del documental es muy diferente al armado tradicional de los documentales, omite las entrevistas y se apoya en momentos de la tribu, que sin duda muestran el otro lado de los pandilleros, donde los sentimientos, la familia, la enfermedad, los ideales, la reivindicación y la muerte son aconteceres diarios. “Vivo por mi madre, muero por mi barrio” era la ley.

A pesar de que este documental fue exhibido comercialmente en 2008 tuvo poco efecto, en Europa paso sin gloria en los festivales de cine debido a que el tema era muy duro y la gente no estaba lista para ver un material así, afirmo su productor. Poveda tenía planes de realizar después un documental sobre las mujeres pandilleras y una película de ficción sobre los Maras, dependía de que al documental le fuera bien en números, ya que había vendido su casa para financiar el documental, pero simplemente no funcionó.

Tras el descalabro sufrido durante las exhibiciones en los festivales, Christian regreso a El Salvador a tratar dos cosas: abrir camino a revista Elle que estaban interesados en visitar la zona y explicar a los nuevos líderes de Barrio 18 que él no era el responsable de que el documental estuvieran en manos de la piratería, ya que uno de los compromisos de Poveda con Barrio 18 era que al concluir la exhibición del documental en el extranjero, les daría una copia en Dvd de buena calidad para que ellos la vendieran en las calles como piratería.

El miércoles 2 de Septiembre del 2009 Christian se dirigió a la Campanera (una de las locaciones en las que había estado trabajando en los 16 meses de su documental), ahí recibió 4 balazos en el rostro, siendo encontrado su cuerpo sin vida en una calle polvorienta de El Rosario, una de las zonas más violentas de esa organización. Su oficio terminó jugándole una mala pasada a este periodista que creían firmemente en que la solución al pandillerismo no era la represión, ni la exclusión de la juventud en zonas empobrecidas y olvidadas.

De manera extraña a los días de fallecido Poveda, en su perfil de facebook apareció en la zona de la foto de perfil el rostro de “El Molleja”, uno de un integrante de Barrio 18 y que apareció en pocas durante el documental. De manera irónica antes de cumplir su muerte el mes, se reestreno su documental en salas de Francia con éxito de crítica y público y un mes después también en España. A pesar de haber detenidos por la muerte de Christian Poveda, la policía manifestó que el documentalista tuvo suerte, ya que muchos de los cuerpos asesinados son hallados en mal estado en el fondo de pozos, terrenos baldíos o semienterrados en cafetales, pero que otros nunca aparecen.

Soy Zimón Avellaneda enviando un saludo a Christian Poveda donde quiera que esté, ya que su trabajo es ejemplo en este oficio de valentía e ideales. Nos vemos la próxima semana. [email protected]