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URUAPAN, MICH.- Durante las últimas horas de este viernes, como reguero de pólvora corrió el rumor de que el presidente municipal de Uruapan, Aldo Macías Alejandres, habría sido trasladado a la ciudad de México, custodiado por elementos de la Policía Federal, presuntamente para rendir declaración sobre la integración de alguna averiguación previa; las redes sociales lo daban por hecho, e incluso algunas agencias informativas. Todo fue desmentido por la vocera oficial y el propio alcalde, vía telefónica. 11:50 horas, el alcalde Aldo Macías sale de las oficinas de la presidencia por la puerta posterior que da a la avenida Chiapas, se sube a una camioneta blanca que es custodiada por dos patrullas de la Policía Federal, y enfilan hacia el norte, rumbo a la calzada Benito Juárez. Un grupo de comunicadores observa la escena y suponen que se trata de una custodia de federales para ser trasladado presuntamente al aeropuerto local “Ignacio López Rayón” y de ahí a la ciudad de México, donde rendiría una declaración; la información la filtran a sus respectivos diarios locales y de ahí la toman otras agencias noticiosas, pero aún no hay nada oficial. Todo mundo lo comenta; las redes sociales se dan vuelo. Muchos lo han tomado con las reservas del caso y otros, con gusto. 13:30 horas, las instalaciones de la presidencia es un ir y venir de personas; todos se preguntan, “es cierto o no, que se llevaron a Aldo”. Aquello se convierte en un radio pasillo. Nadie sabe nada, nadie dice nada; la oficina de comunicación social no envió este día agenda de trabajo y por consiguiente nadie sabe qué hace el alcalde. 13:45 horas, los representantes de la oficina de gobernación en este municipio, entablan comunicación vía telefónica con Aldo Macías a fin de confirmar o desmentir el rumor. Que no es cierto lo de su detención, que se encuentra laborando de acuerdo a su agenda de trabajo, pero nadie la conoce. 14:00 horas, la directora de Comunicación Social del Ayuntamiento de Uruapan, María Teresa García Tinoco, dijo que solamente fu un rumor la detención del alcalde, quien se encuentra cumpliendo su trabajo y compromisos, de acuerdo a la agenda de trabajo, que no existe. |
