A propósito del libro “Pueblecillo que fue un edén: crónica uruapense 1893-1952”
12:22:50 / 24/05/2014
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Uruapan, Mich.- Lo primero que uno pensaría es que el “Pueblecillo que fue un edén: crónica uruapense 1893-1952”, obra reciente de Arturo Avila Val sería una copia o antología de la columna que se publicara al menos por varios años en el desaparecido semanario local “Vanidad”, que dirigiera Marthalina Barreto y escribiera el Capitán ziracuatense Adolfo Pitacua Gaona, ambos fallecidos hace varios años.
Pero no es así, el libro del Ing. Bioquímico Avila Val –además experto en asuntos culturales y de planeación administrativa-, presentado en las instalaciones de la Antigua Fábrica de Hilados y Tejidos “San Pedro”, la tarde-noche de ayer, ante una sorprendente asistencia de todas las clases sociales de nuestra ciudad (al menos 400 personas); es un trabajo digno de elogio que ofrece al lector los hechos cronológicos de 6 décadas de la historia de Uruapan, a partir de aquél año de 1893 cuando se inauguró el Monumento a los Mártires de Uruapan y culmina con los cambios y mejoras del centro de la ciudad en aquél año de 1952, donde en noviembre de ese año se inauguró otro monumento, el de José María Morelos y Pavón.
De este modo, el autor gracias al respaldo bibliográfico de obras que ya son parte del acervo histórico de Uruapan de estudiosos como Eduardo Ruiz, Francisco Miranda, Francisco Hurtado Mendoza, José María Paredes, Napoleón Guzmán Avila, J. Jesús Alejandre y Sergio Ramos Chávez; consiguió plasmar lo más relevante del contenido de dichas obras, para de este modo realizar su trabajo de investigación donde hace un recorrido por episodios acontecidos en la ciudad que viera nacer a éste amigo uruapense, otrora funcionario local; reconociendo desde este apartado la honestidad que tuvo de citar las fuentes de referencia que le apoyaron en un momento dado, así como la generación de datos de la vida social del Uruapan del ayer, por medio de las entrevistas que efectuó Avila Val para su obra, donde podemos citar las que sostuvo con don Alfredo Alvarez B., Guillermina Ceja Valencia (+), José Luis Navarro Quiroz (+), Rosa, Cristina y Alicia Orozco Aguilar; y Flavio Ruiz del Río, principalmente.
La obra apoyada en gastos de impresión tanto rústica y de lujo corrieron a cargo de la iniciativa privada, familiares y amigos en su mayor parte y por el Consejo Ciudadano de Cultura del Municipio de Uruapan (¡que para variar cuenta con un raquítico presupuesto anual en apoyo a los creadores del municipio!).
La publicación es presentada por el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien reconoció en su texto de presentación la labor del autor.
El libro en cuestión, de acuerdo al criterio de investigación de Avila Val está dividido en tres partes: de 1893 a 1912, 1913 a 1932 y de 1933 a 1952, y es respaldado por una gran cantidad de fotografías de archivos familiares como el de las familias Val Valencia, Orozco Aguilar, del locutor Ruiz del Río, del INAH; así como de la revista independiente “Tiempo del Cupatitzio” (publicada de junio de 2003 a 2008), que es un referente obligado para este tipo de obras, por citar algunos.
El interés que contiene el libro del Ing. Avila Val está en la aportación de un estudio sobre la vida social y de familias del Uruapan del ayer a la par con los sucesos que ocurrieron en esos sesenta años de historia, destacando los momentos y la cercanía y amistad que tuvieron varias familias de esta población –al menos desde 1916- con el General Lázaro Cárdenas, pero principalmente cuando fuera Vocal Ejecutivo de la Comisión del Tepalcatepec, con sede en esta ciudad, de 1947 en adelante.
Para concluir, algo que debe de aplaudirse es que, en la presentación se contó con la asistencia de casi toda la comunidad empresarial de Uruapan: industriales, empacadores, hoteleros, comerciantes, muebleros, representantes de asociaciones, de la CANACINTRA, historiadores, escritores, poetas, promotores culturales, maestros, investigadores, artistas, gremio periodístico, amantes de las lecturas de Uruapan y en general aquellos que en verdad quieren a la ciudad del rìo Cupatitzio, lo curioso es que ninguna autoridad de cultura ni turismo de Uruapan asistió o se hizo notar en el evento.
Coincide con lo que remató en su intervención el Ing. Avila Val: “acotó que hay que combatir a aquellos a quienes les interesa mantenernos sumidos en la ignorancia, pues ello es sinónimo de esclavitud, pero el ser libre permite involucrarse en los asuntos públicos y políticos que atañen a nuestra comunidad, además de que una de las maneras en las que habremos de cuidar y preservar lo que nos queda de ese Uruapan de ayer, es conociéndolo para amarlo, cuidarlo y heredarlo”.
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