Morirse en Domingo Morirse en Domingo

18:03:04 / 29/11/2010

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Pocas veces acostumbro ver cine mexicano y me refiero en concreto a los largometrajes, que en su mayoría entre más dinero les invierten, menor es la calidad que muestran en pantalla, dejando mucho que desear al espectador en su próxima visita al cine, que seguramente será para ver alguna película de gran catalogo hollywoodense.

Así que con la gripe aviar a todo lo daba y después de una larga jornada burocrática laboral, me recosté en el suelo pretendiendo vegetar mientras veía la televisión, encontrándome con una película que llamo mi la atención por tener entre sus protagónicos a Silverio Palacios, un actor que en los últimos años ha tenido muy buena aceptación y que se ha mantenido fresco en nuestro cine nacional, gracias a sus interpretaciones multifacéticas.

La historia de la película muestra la muerte de un hombre de edad avanzada que fallece en domingo en la casa de su hermano, encontrándose sus familiares en una situación complicada, ya que por ser día inhábil, no existe notario que quiera levantar el acta de defunción, así que por cuestiones monetarias llaman a una agencia funeraria de menor tamaño a las ya conocidas. Ya en la casa del deceso, el agente funerario les da las respetivas condolencias y les muestra las bondades de los paquetes que el maneja a los dolidos clientes, trasladando el cuerpo al local funerario con ayuda de uno de los familiares, que es sobrino del difunto.

Ya en el área de cremación, el agente le comenta que el “proceso” tardará algunas horas, contando también la inscripción de la urna, así que le propone llevársela al otro día a la casa del familiar, al ver que el familiar desiste ante la posibilidad de quedarse al acto del cremado, el agente sale a la calle donde ve a dos perros que se encuentran en pleno acto sexual y los mata a batazos, los cuales introduce al horno, pasando así las cenizas de los perros amorosos a la urna de los familiares y el cuerpo del difunto a una facultad de medicina donde es vendido para usos didácticos.

Días después uno de los estudiantes reconoce el rostro del cuerpo a cortar y le cuenta a su mejor amigo (el sobrino del difunto) y emprenden ambos el robo del cuerpo que comienzan a guardar en lugares inesperados como un refrigerador casero o un bote de basura lleno de hielos, buscando conservar el cuerpo en la búsqueda de un mejor destino para el descanso del difuntito.

La película nos muestra a través del personaje principal (el agente funerario), la frialdad del negocio y los posibles caminos que toman los cuerpos de los que parten al otro lado, sin que sus familiares se enteren, lo cual hace pensar en el hecho de que todo en esta vida tiene un precio y que para todo cuerpo hay un uso.

Al final, el cuerpo que había sido echado en el contenedor de basura y que fue tirado sin ningún miramiento por el camión recolector, regresa al lugar de origen de la cremación y por fin el pobre difunto ya en malas condiciones, puede descansar como fue planeado. Así es Morirse en domingo, una película mexicana que con un ácido sentido del humor nos traslada a esos oscuros lugares que poco quisiéramos ver, nos permite conocer un poco más sobre la forma de vida de algunos agentes funerarios además de ayudarnos a entender el dolor y el miedo a lo inevitable.

La película transcurre de manera tranquila pero agradable, con un tratamiento en el color que le da un aspecto visual que llama la atención, importante es mencionar que el guión se apoyó en varias experiencias de familias mexicanas que habían pasado por situaciones similares a las de la película, lo que permitió hacer que la construcción narrativa fuera más interésate.

A su favor, su director Daniel Gruener, egresado del CCC plantea que esta, es una historia de vivos, sobrevivientes y de los que se pasan de lanza, mostrándonos a través de su proyecto, esa capacidad del mexicano de encontrar una salida, la salida de la doble moral, esa de “no me paso el semáforo siempre y cuando no tenga prisa”. Curioso el trabajo de Daniel Gruener, quien ya tiene varios años en la cinematografía, y que en este film nos muestra lo vil de este negocio funerario, el cual le otorgó en 2008 una Diosa de plata como Mejor director por este trabajo.

Soy Zimón Avellaneda en el proyector de Opacos. Nos vemos la próxima semana. [email protected]