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La virtud que tuvo la entonces diputada Lía Limón, cuando fue legisladora panista de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, fue no haber votado en bloque como sí lo hicieron –y lo siguen haciendo—el resto de los diputados locales panistas. Hizo escuchar su voz en materia de derechos a minorías e incluso fue contra las desiciones cupulares del PAN con relación al tema de los derechos de homosexuales y del aborto, donde la visión conservadora del PAN hecha raíz al gran árbol de la doble moral que representan. Por la misma independencia de Lia Limón llegó lo inevitable, el punto de quiebre con su partido y fue así como renunció al PAN. Mantuvo una diputación muy proactiva, lo mismo hizo equipo que criticó a Victor Hugo Romo, su colega que más tarde se conviriera en jefe delegacional en Miguel Hidalgo, hecho que también la hizo resaltar por el hecho de ser una de las pocas legisladoras de oposición en el Distrito Federal, que criticaba con argumentos y no solo con la misma línea reaccionaria que siguen hasta hoy los panistas capitalinos. Comenzando el sexenio Lia Limón aceptó formar parte de la Secretaría de Gobernación, quizás perdió un poco de reflector pero su trabajo continuó. Los yerros y aciertos de la dependencia pesan en su trayectoria política al día de hoy, sin embargo es una de las mujeres que han velado por los intereses reales de las personas reales y no solo de las cúpulas políticas, a las que cientos de legisladores y políticos se arodillan. La pregunta que hoy me formulo es, ¿por qué Lía Limón decide irse al Partido Verde por una candidatura plurinominal para la siguiente legislatura federal?. En este caso el fin no puede justificar los medios. El Partido Verde lleva décadas demostrando que se trata de una franquicia familiar, que su objetivo es el poder y el dinero y que no está del lado de la ciudadanía. Ha sido expulsado de una importante agrupación de partidos verdes a nivel mundial, su líder moral Jorge Emilio González, es uno de los personajes más oscuros en la vida política del país, su telebancada, sus engaños publicitarios y sobre todo, el vivir a diario del erario lo ha convertido en la rémora de las rémoras en la política mexicana, ¿por qué entonces una mujer como Lía Limón decide incorporarse a este instituto político?. Una curul por tres años puede consolidar una carrera política, puede ser un detonante para ayudar a miles de ciudadanos pero, del mismo modo, puede ser la sepultura política de un personaje si este, corre al lado equivocado de lo que ha mostrado por años. Lía Limón ganará una curul, eso es casi seguro, el Partido Verde gana una militante reconocida, eso es un hecho. La ciudadanía pierde credibilidad en una gran mujer, que se forma del lado de los vividores de la política mexicana, es un triste hecho consumado. JOSÉ ANTONIO LÓPEZ SOSA www.lopezsosa.com [email protected] twitter: @joseantonio1977 |
