Proceso electoral en el Estado de México Proceso electoral en el Estado de México

19:13:18 / 11/01/2011

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Nuestra democracia es así, ahora aparece la mano tanto de Andrés Manuel López Obrador como de Felipe Calderón en el Estado de México, sus hombres cercanos están como precandidatos: Alejandro Encinas y Luis Felipe Bravo Mena.

Ninguno de los dos me parece una mala opción para el Estado de México, sin embargo no dejo de notar los cotos de poder que se cuidan desde Los Pinos y la “resistencia civil pacífica”.

Calderón y López Obrador son personajes antagónicos, pareciera llegar el punto de convergencia en el proceso electoral del Estado de México, ninguno de los dos precandidatos están abiertamente a favor de una alianza partidista pero no la descartan, me parece que en el fondo saben que para vencer a la enorme maquinaria priísta en la entidad requieren de competir juntos.

No pretendo –ni pretenderé—hacer proselitismo disfrazado de periodismo a favor del PRI, únicamente me limito a analizar la coyuntura actual.

Si viviésemos en una democracia civilizada seguramente estos dos personajes y sus fuerzas políticas llegarían fácilmente a un acuerdo: el más popular para gobernador y el otro comos secretario de gobierno en la entidad realmente trabajando en un proyecto común, ignoro si estemos ya a ese nivel democrático, de lo que estoy casi seguro es que de forma independiente pocas posibilidades tienen de vencer al PRI en las próximas elecciones.

Ahora bien, no se trata de la alianza por el poder, es decir, sólo aliarse para ganar, debe existir un proyecto verdadero de convergencia política y desarrollo en el fondo, mismo que no observo cuando menos hasta hoy.

¿Será que López Obrador y Calderón están por firmar la paz?, ¿será que todo es una simulación?, ¿será que al final del día cada quién competirá desde su trinchera?, ahora si son en verdad muchas interrogantes sin respuesta, lo único que me queda claro es que ambos precandidatos, el panista y el perredista, pertenecen al círculo de confianza uno del presidente y otro de su adversario político.

Por otro lado, el PRI necesita presentar un proyecto serio más allá de permanecer criticando las alianzas, la insistencia de Bravo Mena o la residencia de Alejandro Encinas, más allá de mirar el 2012 por encima del 2011, tienen la oportunidad de demostrar a la ciudadanía en general si en realidad son un partido renovado o permanecen sumidos en su autoritarismo histórico.

Antes de Enrique Peña Nieto y Arturo Montiel, los gobernadores priístas de la entidad sufrieron el embate no de otros partidos, sino de sus mismos compañeros priístas desde Los Pinos: Mario Ramón Beteta y Emilio Chuayffet, gobernadores priístas fueron removidos de sus cargos por Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, presidentes priístas, faltando plenamente al respecto de los electores mexiquenses.

Digno de análisis el proceso electoral en el Estado de México, me rehúso a llamarlo “laboratorio electoral” como si los millones de mexiquenses fueran ratas donde probar experimentos, se trata de la entidad más poblada del país, un estado lleno de retos, problemas y posibilidades.



JOSÉ ANTONIO LÓPEZ SOSA

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