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De nueva cuenta las campañas electorales inician, pero ahora las alcaldías y diputaciones locales, por lo que la efervescencia electoral está a “todo lo que da”. A lo largo de estas breves líneas me permitiré hacer un somero análisis respecto de la disputa de mi demarcación distrital: Distrito 10, Morelia noroeste. En este distrito nos encontramos con caras nuevas y con perfiles que prácticamente han llegado a esta candidatura de rebote. Primeramente vemos a un Acción Nacional jugándosela con un perfil joven: la calderonista Paulina Torres Tinoco que busca la representación de este distrito ante el Congreso Local. Con formación de abogada, nicolaita, suplente de la Diputada Federal de Representación Proporcional, Berenice Álvarez y con trabajo político a interior del su instituto, arrasó en la contienda interna de su partido lo que la coloca como una de las cartas fuertes de ese instituto para hacer historia y, por primera vez, ganar uno de los distritos mas marginados y olvidados por los últimos gobiernos. Por parte del Revolucionario Institucional encontramos a un perfil académico y con trayectoria docente en la Universidad Michoacana, cercana al Gobernador y con una escasa trayectoria política; la Contador Público Yarabí Ávila busca la confianza del electorado del distrito para llegar al Congreso. El caso de la presente aspirante es polémico, ya que cuando llegó Salvador Jara al Solio de Ocampo como Gobernador Sustituto se rodeó de sus elementos de confianza, entre ellos la ex contralora de la UMSNH, Yarabí Ávila, colocándola en la Secretaría de Política Social. Tras una fugaz gestión de aproximadamente un semestre, busca una curul del Legislativo Local lo que provocó la molestia de muchos militantes tricolores, ya que consideran ya ganada tal demarcación. Entre sus detractores revolucionarios encontramos a Tezca Días -candidato a diputado local de ese mismo distrito por el Partido Verde-, Juan Pablo Sánchez Silva, y al regidor Jorge Molina. Este ultimo acudió a los Tribunales Electorales para impugnar la candidatura de la actual abanderada; con resultados favorables se llevó a cabo, de segunda cuenta, el proceso electivo del PRI, en el que nuevamente ganó la multicitada con una aplastante mayoría. Es curioso que el regidor haya impugnado con tal ahínco la candidatura de Ávila, siendo que él ya era inelegible como diputado, ya que había retomado su cargo como miembro del Cabildo de Morelia; suponiendo sin conceder que hubiera ganado la contienda interna como candidato a diputado, esta hubiera sido sumamente endeble por su inelegibilidad. Cabe hacer mención que la abanderada del PRI, presuntamente acudió a registrarse como precandidata en vehículos oficiales y con personal de la entonces dependencia a su cargo, lo que configura un delito electoral. No se le puede exigir más a la académica, ya que tiene una trayectoria política, como ya lo dije, inexistente. Por parte del PRD, se postula a Javier Maldonado Torres, líder sindical de la Asociación de Trabajadores del Estado de Michoacán, que busca representación de su sector mediante el distrito 10. Esta maniobra, a juicio de su servidor, es errónea ya que la función fundamental de los diputados de mayoría relativa es representar a su distrito, no a una organización gremial, ya que es incongruente solicitar el voto del pueblo para representar únicamente a su sector. En dado caso, hubiera sido mas acertado buscar la representación proporcional y sumar su cuota a partido político determinado y no a costa de los votantes. Esta elección en el distrito 10 será histórica, y no por las nuevas reglas electorales, sino por, la alternancia que se avecina en el mismo. El bastión del PRI, muy probablemente lo será de otro partido, ya que la gran aversión del priísmo hacia su propia candidata será patente, es decir, dudo bastante que Jorge Molina, Fausto Vallejo y un sinnúmero de tricolores le den su voto y cuota a la presuntamente impuesta de Jara. |
