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¿Fue un caso fortuito, inesperado, abrupto, o insospechado para los michoacanos, que llegara a la presidencia de la república Felipe Calderón?, ¿acaso tal logro jamás se pensó se repetiría? ¿O simplemente quisieron que el gobierno del General Cárdenas, fuera lo único posible de aspirar, e inalcanzable de nuevo?. Lo que sea, pero Calderón es presidente. Si, si, si, todos los errores que se le quieran achacar, sin embargo, no tendremos esa extraordinaria oportunidad en muchos años otra vez; en ello debemos pensar seriamente, durante décadas se considero al estado como torpe, conflictivo, flojo y cardenista. Es tanta la polvareda que se ha levantado en torno a esta administración federal, que no ha permitido saborear esa victoria. Por un lado, la resistencia de la llamada izquierda, que desde hace muchos años, tiene una guerra declarada con todo aquello que huela a ultraderecha. Por otro, los derechistas que no han aprendido el arte de la diplomacia, son reacios, torpes y necios a creer en las bondades de la negociación. Y si negocian, lo hacen con corrientes totalmente adversas a todo avance o progreso- caso SNTE-, pues no consideran estrechar lazos con adversarios naturales, -aunque en este gobierno calderonista, se aliaron PAN y PRD, en unas elecciones exitosas para ambos en cuanto a números, y territorio pero adversas en sus postulado, principios y orígenes-. Definitivamente para Michoacán, el gobierno de Calderón, corre el riesgo de sentirse como un fracaso, una pesadilla, una frustración. Las inversiones- si es que las ha habido-, no se han sentido; un pesado, y notable desempleo invade el territorio tarasco, aunado a ello, el combate al narco ha pegado con tubo, a tal grado que la economía estatal esta desestabilizada, no hay por parte de la federación, propuestas viables para evitar su permanencia, expansión y fortalecimiento. El tiempo es un mortal enemigo de los políticos, para Calderón indudablemente ese tiempo empieza a dejarse sentir, como agua en las manos. Poco muy poco le han ayudado sus equipos de gobierno en su tierra natal, es más, se dice que varios funcionarios federales, están muy agradecidos con las atenciones, y gentilezas que el gobierno de Leonel les ha dispensado en varios asuntos o entuertos. Y para colmo de males, varios sectores de la sociedad se sienten lastimados, ofendidos, relegados, y lo peor, olvidados por su paisano presidente. En ello precisamente trabaja arduamente Cocoa, la ex senadora panista, quien busca desesperadamente suturar o cerrar esas heridas, visitando aquellas regiones del estado en donde puede ser bien recibida, y escuchada, y luego si la prudencia lo dicta, pues sacar a la luz las bondades de la administración de su hermano. Muy poco habrá que recordar de esta gestión federal michoacana, las anécdotas más sentidas serán en torno a los operativos, balaceras, bloqueos, enfrentamientos, detenciones y matanzas. No será culpa del ciudadano tal visión,-aunque los daños colaterales han sido severos-, pues hasta en el manejo informativo han fallado seriamente allá en los pinos. Su mal manejo de la prensa en la entidad, así como un notorio preferentismo hacia algunos medios, de poco o nada le ha servido a la presidencia para permear entre los reducidos lectores o televidentes de los mismos. Una mala estrategia o más bien desesperada, es la de atacar con verdades, o mentiras, al gobierno de Leonel Godoy, quien por cierto, también atraviesa un camino muy espinoso, pero ha sabido contrarrestar los efectos negativos de toda una campaña de desprestigio montada en su contra. La pregunta al final del día será ¿quién de Leonel o Felipe, podrá vivir tranquilamente en Morelia, una vez terminadas sus gestiones?. Y ¿cómo recordarán los michoacanos al gobierno de Felipe Calderón, como un gobierno represor, mentiroso, ineficiente o inhumano?.. |
