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La vida y obra humanista de Tata Vasco, sigue vigente en ésta región, después de 500 años; la región purhépecha guarda aún su enseñanza de sus artes y oficios, aquí, aún sigue vigente su huella. La Ruta de Don Vasco contempla el ecoturismo, pero principalmente el turismo cultural. En quince municipios se ubican 40 comunidades indígenas, que representan el 63 por ciento de la población indígena en Michoacán. De las cuatro regiones que conforman la zona purhépecha, en tres de ellas se muestra la cultura heredada por Tata Vasco, la Meseta Purhépecha, la Cañada de los Once Pueblos y la zona lacustre del Lago de Pátzcuaro, la restante es la Ciénega de Zacapu. Gastronomía, artesanías, fiestas tradicionales, naturaleza e historia, rodean la llamada Ruta Don Vasco; un proyecto cultural medio ambientalista que gira en torno al humanista español Don Vasco de Quiroga, quien hace aproximadamente 500 años promovió un modelo de convivencia utópico que hoy sigue vivo. El verdadero nombre de Tata Vasco era, Vasco Vázquez de Quiroga y Alonso de la Cárcel, quien nació en el año de 1488 en Madrigal de las Altas Torres, España y falleció el 14 de marzo de 1565 en la huatápera de Uruapan, a la edad de 77 años, y sus restos se encuentran en un mausoleo de la Basílica de Nuestra Señora de la Salud, en la ciudad de Pátzcuaro. Llegó a México en el año de 1531. Posteriormente fue nombrado primero obispo de Michoacán y tomó posesión de la diócesis de Tzintzuntzan el 6 de agosto de 1538. Trabajó incansablemente por el mejoramiento económico de las poblaciones de su obispado; dispuso que todas las parroquias y pueblos de regular importancia tuvieran hospitales; organizó los mercados de intercambio para que se beneficiaran unos pueblos con otros; dio una organización comunal a los pueblos y les enseñó artes y oficios. Vivió y trabajó con los indígenas de ésta región, fue además, el fundador del Colegio de San Nicolás en la ciudad de Pátzcuaro. La Ruta Don Vasco, contempla además de Morelia, Tzintzuntzan y Pátzcuaro, la región de Uruapan, donde el clima y la flora son un paraíso, con su parque nacional dentro de la ciudad y dentro de éste, el río que canta, el Cupatitzio. También tiene su huatápera, construida allá por el año de 1534, considerado el primer hospital de América, que era un centro de encuentro de viajeros, un centro de capacitación, lugar donde atendían a los enfermos y un sitio de reunión. De aquí parte un circuito hacia la Meseta Purhépecha como San Lorenzo, con su antiguo hospital, el templo, el atrio y la cruz; Angahuan, donde se mantiene la lengua materna y la cultura puhépecha, con su indumentaria tradicional, la elaboración de textil, su gastronomía, su hospital e iglesia; desde a manera de balcón, se observa hacia el sur el volcán Parícutin que hizo erupción el 20 de febrero de 1943, donde solamente la torra emerge de entre la lava. El circuito comprende además, Cocucho, Nurío y Pomacuarán. En Zacán, la capilla de Santa Rosa de Lima, donde en la parte superior, existe la letanía lauretana, junto a la huatápera construida en el siglo XVI al igual que su iglesia con su cruz atrial en todo lo alto; aquí, donde se celebra el Concurso Artístico de la Raza Purhépecha en octubre de cada año, el máximo exponente de las pirekuas, danza y música, aunado a su gastronomía y artesanías provenientes de toda la región. Paracho, un pueblo de lauderos e intérpretes de guitarra, considerada además, la capital mundial de la guitarra, donde también resalta su cocina tradicional y artesanías de madera. Recientemente, en la 31 feria internacional de turismo celebrada en Madrid, España, la Ruta Don Vasco, obtuvo el primer lugar, el premio absoluto de turismo activo, de entre 166 países y 10 mil 500 empresas participantes, especializadas en turismo y comida tradicional. Al considerar que el turismo es el renglón más importante de la economía mundial y que trasciende por consecuencia a la sociedad y cultura, por lo que la Secretaría Federal de Turismo, ha reasignado 90 millones de pesos de apoyo a la fase comercial de la Ruta Don Vasco, donde tendrán que intervenir además, transportistas, hoteleros, restauranteros, agencias de viajes, artesanos, autores y pueblo en general. Se trata pues de un programa que integra también a los gobiernos federal, estatal y los municipios, con un programa innovador de turismo cultural que permita generar oportunidades y empleos, a fin de arraigar a los purhépecha en sus comunidades con una vida digna, donde preserve su lengua materna, costumbres y tradiciones. |
