PRI; entre la democracia y el autoritarisimo PRI; entre la democracia y el autoritarisimo

10:27:18 / 13/07/2016

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Hace unos cuantos días Los Pinos dieron dos señales claras, México se encuentra encarrilado en las vías de la democracia, la legitimidad y el estado de derecho. Por un lado el veto presidencial a una parte del sistema nacional anti corrupción, específicamente la ley 3 de 3, en la parte en la que obligaba a los empresarios o a cualquier persona física o moral a rendir declaraciones por los ingresos que recibiera, lo cual, como ya lo señalé en columnas anteriores considero fue una excelente estrategia política por parte del presidente.

Por otro lado, hace un par de días trascendió en los medios locales y nacionales que la PGR hizo uso de sus facultades en el sentido de ser el centinela de la constitución al ejercer un medio de control constitucional con el objetivo de salvaguardar a nuestro ordenamiento máximo al instar una acción de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación en contra de los nombramientos e instauraciones de los gobiernos de Veracruz y Quintana Roo de sistemas locales anti corrupción por considerar que se encuentra fuera de sus facultades al no estar promulgada la legislación federal en la materia.

Las anteriores medidas sin duda son señales de un estado de derecho en el que se busca que las instituciones respeten los derechos de las personas y la vigencia de la constitución, cosa que por muchos hubiera sido impensable que en pena era de regreso del PRI sucediera. Esto es una noticia buena para todos, ya que muestra señales de democracia y legalidad en beneficio de los mexicanos, algo impensable para muchos al tener de regreso a un partido que no se caracterizó por ser del todo democrático en el siglo pasado.

Sin embargo, el día de ayer se oficializó, en candidatura de "unidad" un nuevo jefe nacional de tal partido; Enrique Ochoa Reza, un moreliano, joven, abogado por la UNAM y economista por el ITAM, maestro dos veces por al Universidad de Columbia y doctor en ciencia política por tal universidad, experto en materia energética y materia electoral, al ocupar cargos importantes al interior de la Secretaría de Energía y en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, donde por cierto tuve el gusto de conocerlo, y que por cierto, intentó ser consejero del Instituto Nacional Electoral, un perfil de todas las confianzas de Peña Nieto al haberlo posicionado en cargos estratégicos para la agenda política del presidente, ya que fue desde su oficina en Sener donde se forjó la reforma energética y quien llevó el timón de la empresa en generación y distribución de energía electora. CFE.

Un perfil,, como ya lo dijimos como Alfredo Castillo, es decir, de todas las confianzas de Peña Nieto quien viene a ocupar un cargo importantísimo en la política nacional y que será determinante para la elección de candidato del PRI a suceder al de Atlacomulco en 2018.

Un nombramiento que viene directamente de Los Pinos, que intenta dar un "nuevo" aire al PRI y que al mismo tiempo nos recuerda a aquellas épocas del siglo pasado en las que El Gran Elector designaba a quien habría de encabezar los trabajos del partido en el poder que sin duda tendría que ser alguien afin al presidente con la finalidad principal de dar continuidad al proyecto político en curso.

Como el titulo de esta columna sugiere, por un lado vemos a un gobierno legitimándose y con clara señales de esfuerzos por establecer un estado de derecho y por el otro vemos a un PRI a la mera usanza del siglo pasado en las que la democracia interna del partido quedaba en segundo plano. Una paradoja política que ni al interior de tal partido se ha de comprender.

Cuales quieran que sean los parabienes para nuestro país, sin duda se espera que sea lo mejor para la nación, no obstante, hay un elemento que en este momento se ignora: Don Beltrone, que sin duda esperará el momento idóneo para señalar que Ochoa Reza no es el mejor perfil para dirigir tal partido y que sin duda ocupará los reflectores nacionales lo que eventualmente podría ponerlo en una posición de franca negociación política de cara al 2018.