AMLO y el arte de la intransigencia
18:34:07 / 04/05/2017
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Dice el Maestro Manuel Atienza en su “Decálogo del Buen Argumentador”, que en una discusión es necesario otorgar ciertas concesiones con el objeto de ser una persona razonable y con capacidad de interlocución, de lo contrario se corre el riesgo de caer en la intransigencia y lejos de creer en la fuerza de la razón, se cae en la razón de la fuerza. Así, es como en una sociedad democrática –como estimamos que el Estado mexicano se rige– se llega a consensos y aras del multicitado “bien común”.
Pues este atributo fundamental en un Estado democrático, es el que determinada fuerza política de nuestro país no ha puesto en práctica desde su reciente fundación, ya que tal partido –Morena–, de corte monolítico, monárquico y centralista, no goza de la saludable característica de la autocrítica, la cual, nos puede otorgar ese atributo que el Maestro Atienza nos habla, que es la razonabilidad.
Tal intransigencia en la que una masa de ciudadanos adoctrinados defiende a capa y espada los ideales, las figuras y los impolutos designios de López Obrador, es la que en últimas fechas ha mantenido “inmaculado” al de Macuspana, ya que la diputada Eva Cadena, ex candidata a alcaldesa de Las Choapas, Veracruz, al ser captada tres veces recibiendo dinero en efectivo para AMLO, vino a manchar la “esperanza de México”. Así, en un ejercicio retórico de rechazo absoluto hacia la crítica, aderezado con consignas de complot por parte del régimen que puso un “cuatro” a tan “noble representante popular”, es lo que ha mantenido la causa obradorista “intacta” ante los embates del gobierno.
Lo único cierto es, desde el punto de vista de la lógica, que en todos lados “se cuecen habas” y que en todos los partidos hay gente buena y mala, gente capaz e incapaz, gente con un profundo amor a México y gente que desea que a la nación le vaya mal para llevar “agua a su molino”. Lo que no podemos dejar pasar es la cuestión de que la ausencia de crítica no abona al estado democrático y que la intransigencia coadyuva a esta ausencia de crítica que prevalece principalmente en tal fuerza política. Acusaciones que se hacen hacia otras
causas pero que en ese partido existen, como es el nepotismo, la corrupción, el centralismo, los moches, entre otros, pero que aquí, en Morena, sí están justificadas. Específicamente me refiero a los moches de la citada diputada, en el que el propio AMLO, sus líderes y simpatizantes, han manejado un discurso de minimizar el hecho y, por consiguiente, una tolerancia hacia tales actos de corrupción.
Este fanatismo y adoctrinamiento, se alimenta por la incompetencia del gobierno actual que, por distintas causas –ajenas y propias–, no ha tenido la capacidad de mejorar sustancialmente la vida de los 120 millones de mexicanos que integramos esta gran nación llamada México.
Indistintamente de cualquier cosa, la discrepancia es un elemento central de los países que se autodenominan democráticos –con sus excepciones comunistas– y que el debate es una actividad que se traduce en generar un mejor país e informar a la ciudadanía del acontecer actual de nuestro entorno. En este sentido, es más que pertinente recordar lo que nos dice Jacquese Rancière: “El horizonte de la democracia no son los acuerdos sino los desacuerdos”.
Bienvenido el debate, la argumentación y ¿por qué no? la discrepancia. |