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En la capital del país padecemos un severo problema creciente, nuestras autoridades históricamente lo han evadido y lejos de arreglarlo, han sacado provecho político electoral de él, se trata del desarrollo de la ilegalidad y la impunidad en la Ciudad de México. En los tiempos del PRI, cuando el presidente de la república designaba la regente de la ciudad y el Distrito Federal era un “departamento” dependiente del gobierno federal, comenzaron a gestarse todo tipo de actos ilegales: vendedores ambulantes, invasores y agrupaciones que agremiaban a estos con líderes que decían proteger sus intereses. En aquellos tiempos el negocio era redondo y en las filas del PRI hubo tolerancia a estos nacientes grupos, así fueron creciendo a lo largo de las décadas. Para 1997 cuando el PRD tomó el poder en la ciudad, muchas de estas estructuras (por no decir todas) de comerciantes ambulantes e invasores de tierras migraron a este nuevo partido logrando así una nueva simbiosis que ha seguido durante los últimos años dañando a quienes vivimos y padecemos esta ciudad a diario. Para distintos grupos o “corrientes” del PRD estas agrupaciones (vagoneros del metro incluídos, es decir, vendedores ambulantes en los trenes) representan dos cosas: dinero y votos. No es posible que vivamos en una ciudad donde quien comete un ilícito tiene más derechos que quienes nos conducimos con respeto a la ley. En el Distrito Federal tiene más derechos un comerciante ambulante que uno establecido, tiene más derechos un invasor que una persona que posee un inmueble, ¿por qué? sencillamente porque esos grandes gremios transformados en mafias han permeado a las estructuras perredistas, muchos de esos líderes hoy día son autoridades y confunden la democracia y el bienestar social con la tolerancia a quien infringe la ley. Me parece que el mismo derecho tenemos todos los ciudadanos sobre las áreas comunes y públicas de la ciudad, entonces ¿por qué un comerciante ambulante tiene derecho de vender mercancías piratas en un espacio que debiera ser para caminar?, ¿por qué si yo lo hago de inmediato las autoridades me remitirían?, la diferencia radica en los líderes, la impunidad y la tolerancia de las autoridades sobre quienes les den a ganar algo, dinero o votos. Estas viejas estructuras corporativistas están hoy día al interior del PRD en el DF, de las autoridades actuales depende acabar con ellas o seguir tolerando la delincuencia que representan estas agrupaciones que merman día tras día la calidad de vida en nuestra ciudad. JOSÉ ANTONIO LÓPEZ SOSA www.perspectivaradio.com.mx [email protected] |
