Arzobispo realiza ordenaciones diaconales
19:44:28 / 25/01/2018
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En la fiesta de la Conversión de San Pablo Apóstol, el Sr. Arzobispo de
Morelia, Monseñor Carlos Garfias Merlos, confirió el ministerio del Diaconado a
treces jóvenes, “quienes colaborarán en la evangelización, ofreciendo consuelo,
esperanza, comunión, servicio y paz en nuestra querida Arquidiócesis de Morelia”.
En un ambiente de júbilo y esperanza, la misa de ordenación fue celebrada
en la Santa Iglesia Catedral de Morelia, este día 25 de enero de 2018. En la
celebración estuvieron presentes los obispos auxiliares de Morelia, Mons. Octavio
Villegas, -Obispo Emérito-, Mons. Carlos Suárez y Mons. Víctor Alejandro
Ledesma, acompañados por el presbiterio diocesano, alumnos del Seminario
Diocesano de Morelia, amigos y familiares de los diáconos.
Los sacerdotes ordenados para dicha de la Iglesia Diocesana son: Israel
Barrera Ruiz, Félix Esquivel García, José Israel Galindo Carmona, Juan Carlos
García García, Josué Maass Nava, Rafael de Jesús Martínez Ramírez, Armando
Moreno Ruiz, Manuel de Jesús Núñez Ramírez, Hugo Alberto Reyes Santiago,
Alfonso Salazar Servín, Raúl Torres González, David Torres Ponce, y, Néstor
Armando Yahuaca Cortez.
En la homilía, Monseñor Carlos Garfias, hizo hincapié en lo “hermoso” que
es para estos nuevos diáconos, que su ordenación sea el día de la Conversión de
San Pablo, “tras el fulgurante encuentro con Cristo resucitado, fue una experiencia
transformadora de la gracia de Cristo, y al mismo tiempo la llamada a una nueva
misión, la de anunciar a todos a aquel Jesús a quien antes perseguía, hostigando
a sus discípulos”.
Monseñor Garfias, invitó a los diáconos a ser apóstoles de Cristo, “podemos
decir que todos los creyentes en Cristo estamos llamados a anunciar las
maravillas de Dios”. Queridos jóvenes, la vocación a ser un apóstol no se funda en
los méritos humanos, sino en la bondad infinita de Dios” que los eligió y ahora por
medio de la imposición de manos del Señor Arzobispo, les confiere el ministerio
diaconal, en el cual están llamados a ser apóstoles, “la sobreabundante
misericordia de Dios es la única razón en la cual se funda el ministerio de Pablo, y
es al mismo tiempo lo que el apóstol tiene que anunciar a todos”.
Monseñor Garfias exhortó a los diáconos a “únanse cada vez más a Cristo
y tomar su ejemplo, para que lo que Él hizo con sus discípulos y con los más
necesitados, también lo hagan ustedes en su condición de diáconos, es decir, de
servidores de Jesucristo y de sus hermanos. Sirvan con amor y alegría tanto a
Dios como a los hombres”.
Como Pastor de la Iglesia en Morelia, el Arzobispo, con amor paternal, les
dijo “queridos jóvenes, desde hoy están llamados a gastar su vida por el Maestro,
como San Pablo, desde hoy se les pide que, al recibir el Orden del Diaconado, se
comprometan a entregar su vida y a dedicarse afanosamente para que el amor de
Cristo alcance y conquiste cada corazón humano, haciendo brillar su luz
inextinguible”.
Llamando a cada uno de los diáconos por su nombre, el señor Arzobispo
les animó a “únanse cada vez más a Cristo y tomen su ejemplo, para que lo que Él
hizo con sus discípulos y con los más necesitados, también lo hagan ustedes en
su condición de diáconos, es decir, de servidores de Jesucristo y de sus
hermanos”.
Para disponerse a recibir este ministerio, previamente los jóvenes diáconos,
participaron de una ceremonia eucarística, el pasado 20 de enero, en la Basílica
de Nuestra Señora de la Salud, en Pátzcuaro, Patrona de la Arquidiócesis de
Morelia, ante la Virgen de la Salud, y por la autoridad del Señor Arzobispo,
hicieron su “profesión de fe, su juramento de fidelidad y su promesa de guardar el
celibato para toda la vida”.
En la misa de Ordenación, Monseñor Carlos Garfias, les dijo que el don del
celibato, que ellos hicieron con juramento, “será signo y, a la vez, estímulo de su
caridad pastoral, así como fuente peculiar de fecundidad apostólica en el mundo.
Por su celibato, tendrán la disponibilidad total para el servicio y les resultará más
fácil consagrarse, sin dividir el corazón, al servicio de Dios y de los hombres”.
En la homilía, el Señor Arzobispo, le dio la bienvenida a formar parte del
cuerpo de la Iglesia de Cristo, y les dijo que ahora son los colaboradores más
cercanos de Dios y de los Obispos y Sacerdotes, con quienes “deben dar
testimonio del amor oblativo, llenos del Espíritu Santo y del gusto por las cosas de
Dios”.
Les dijo que como servidores de Cristo deben ser misericordiosos, y deben,
a ejemplo de Tata Vasco, “poner en práctica la Misericordia de Dios y a mostrarla
en el servicio, esta será la forma precisa de hacer presente a Cristo con nuestros
hermanos que sufren y han sido víctimas de las violencias”. Monseñor Garfias, los
exhortó a ser valientes como el Apóstol Pablo, para ser guías y consuelo de los
más necesitados, de los que sufren, de los que padecen las consecuencias de la
violencia y desigualdad social que existe en México, “imiten a Jesús, nuestro
Maestro, que supo estar en contacto con los más pobres, los descartados de la
sociedad, que curó a los enfermos y tuvo un sinfín de encuentros personales
donde mostró misericordia y compasión sin condenar a nadie”.
Monseñor Garfias les dijo a los jóvenes diáconos, “reflejen el consuelo y la
esperanza que la Iglesia ofrece como su misión en este momento ante tanta
violencia y daño de las personas. Recuerden lo que dice San Pablo en su Carta a
Timoteo: si ejercen bien su diaconado, alcanzarán un puesto honroso y gran
autoridad para hablar de la fe que tenemos en Cristo Jesús”.
Durante la homilía, el señor Arzobispo hizo un llamado a que todos seamos
participes en la reconstrucción del tejido social, que participemos en la
construcción de la paz, así como San Pablo, que se convirtió y vivió una
“experiencia transformadora de la gracia de Cristo, y al mismo tiempo la llamada a
una nueva misión, la de anunciar a todos a aquel Jesús a quien antes perseguía,
hostigando a sus discípulos”. Invitó a los Diáconos a decir y hacer como San
Pablo, “Doy gracias a Cristo Jesús, Señor nuestro, que me hizo capaz, se fió de
mí y me confió este ministerio… la gracia de nuestro Señor sobreabundó en mí
junto con la fe y el amor que tienen su fundamento en Cristo Jesús”.
En la misa, los jóvenes hicieron su profesión de fidelidad ante el Señor
Arzobispo de Morelia, durante la ceremonia también recibieron el libro de los
Evangelios, ya que “el ministerio del diaconado está en relación con la tríada:
Palabra-Liturgia-Caridad”, desde ahora el anuncio del Evangelio es uno de sus
principales servicios, en la Homilía, el Señor Arzobispo resaltó la importancia del
anuncio del evangelio “compartimos la misma misión: anunciar a todos las obras
maravillosas de Dios, nosotros no podemos dejar de anunciar el amor
misericordioso que nos ha conquistado y transformado.
Mientras estamos encamino hacia la plena comunión entre nosotros, ya podemos desarrollar múltiples
formas de colaboración, trabajar juntos para favorecer la difusión del Evangelio. Y
caminando y trabajando juntos, nos damos cuenta de que ya estamos unidos en el
nombre del Señor. La unidad se hace en el camino”. |