Calaveras, calaveritas en tiempos de elecciones: Guillermo Ramos Solorio Calaveras, calaveritas en tiempos de elecciones: Guillermo Ramos Solorio

20:02:08 / 31/10/2011

Autor: Redacción

 

Ya hacía meses que la muerte les traía ganas
Principalmente a las damas
Quien a pesar de sus dramas
Siempre le hecho ganas

Una, ella era Luisa María, la Cocoa
Activista motivada, pero un tanto improvisada

Otro era Silvano
Quien no reparo en promesas
Suponiendo que recibiría remesas

Y el tercero en importancia era Fausto Vallejo
Con experiencia hasta en el pellejo

Ante las penosas maneras de enfrentar al electorado
A Michoacán lo tenían anonadado
A cual más, abusando de toda clase de mañas
Hicieron de todo en sus campañas

Lo mismo que de discursos
Hubo excesos de recursos
Obsequiando playeras y pulseras
Y hasta comidas que ocasionaron curseras

Finalmente llegara el 14 de noviembre
En que se mataran solitos de fiebre
Unos a otros como perros del mal
Es decir; habrá resultado electoral.

En todo ese acicate
Y lo que resulto en un aquelarre
Hay de aquel que los resultados no acate
Ya que, el que tenga perro, que lo amarre… con su mecate.




CANDIDATOS A DEBATE POR EL GOBIERNO DEL ESTADO


La muerte a todos vio con desconfianza
Y para colmo del acicate
En lo caloroso del infierno
Espero con paciencia el tan mentado debate

El nerviosismo caló a todos
Y mejor leyeron deshilvanados
Lo que por no oír, resultó demoledor
Ya que poco hicieron caso, de la oferta del moderador

Serio y aparentemente calmado
Inicio Fausto, hasta cierto punto enfadado
Silvano, animado promotor del debate
Leyó mal y ni como ir al rescate
Mientras que tranquila María Luisa
Sabiendo el as bajo la manga, actuó sin prisa

A medio tramo, la muerte sonrió con desgano
-Ahora resulta que todo será con el ciudadano
Ya que sin excepción alguna
De todos fue la respuesta oportuna

Lástima que debate hubo solo uno
Pues en el siguiente desayuno
Seguramente todos sufrieron diarrea
Al reconocer el exceso de verborrea

Hoy la muerte los tiene a los tres cerca de Cuitzeo
A pleno sol y amarrados a un huizache
Para ver de qué cuero salen más correas
Y darle al pueblo, aunque sea un huarache