Reconocen la trayectoria periodística de Palomino  Reconocen la trayectoria periodística de Palomino

18:50:54 / 07/12/2011

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En días recientes, la Asociación Michoacana de Periodistas (AMIPAC), le hizo un público reconocimiento por su trayectoria profesional al señor Armando Palomino Domínguez; el fin de semana, el Sistema Michoacano de Radio y Televisión, hizo una completísima entrevista en su propio domicilio donde contó las peripecias y satisfacciones a lo largo de más de cuatro décadas en esta noble profesión. En la entrevista, estuvo acompañado del presidente de la AMIPAC, Carlos Hurtado y de todo el equipo de producción del programa El Sabor de Vivir y nuestro compañero reportero Rolando, quien entrevistó por espacio de una hora al homenajeado, Armando Palomino. Aquellos buenos tiempos cuando se desempeñaba como mi jefe de información en El Sol de Morelia, estaba en la redacción Don Héctor López Mendoza (qepd), claro, en la dirección, el señor Valdivia, compañeros como José Luis Alejo Castillo, Virgilio Robles, Macario Ramos Chávez, el famoso Vilchis Oscar Tapia Campos, Fernando Pérez Chávez, Pepe Ochoa en fotomecánica y haciendo sus pininos José Luis Díaz Pérez… ¡Ahhh!, aquellos buenos tiempos de la banca tres, allá en Villalongín, al término de la jornada a las dos de la mañana, en ocasiones hasta ver salir los primeros rayos del sol allá encima del acueducto, al oriente. Luego llegaría a la dirección Don Armando Palomino Morales, (qepd) allá por 1986 y una nueva pléyade de reporteros. Don Armando que también fue objeto de un reconocimiento por parte de la AMIPAC hace unos 20 años. “Mi señor”, nos decía Armando, nuestro jefe de información, le encargo entreviste a fulano o sutano, dígale que va de mi parte y me lo saluda. No era una orden, era una forma diplomática de mandarnos a trabajar sin renegar, sino con gusto. A las tres de la tarde salía de su oficina, llevaba en sus manos un bonche de papeles y anotaciones por doquier, en la otra, su inseparable cenicero, recorría el pequeño portar y se encerraba ahora en la redacción a teclear en aquellas viejas computadoras que tenían el cerebro central en un maquinón llamado “Arturito”. Buenos tiempos, buenos maestros, buenos compañeros, buena experiencia y buenos recuerdos. Honor a quien honor merece. Felicidades, “mi señor”.