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Uno de los problemas más severos que conlleva el comercio informal es la ocupación de carriles en calles y avenidas, es decir, que estos individuos no sólo se limitan a robar nuestras banquetas, sino que también usan libremente los arroyos vehiculares para hacer sus maniobras y extender sus puestos. El eje 1 norte en la Ciudad de México, entre el Paseo de la Reforma y el eje 2 oriente representa una prueba clara de lo que sucede cuando las vías se invaden por comerciantes. A lo largo de la zona conocida como La Lagunilla y Tepito, los ambulantes establecidos en nuestras aceras tienen ya incluso estructuras metálicas como si las banquetas fuesen su propiedad, pero la invasión no para ahí, usan hasta tres carriles de la avenida (vialidad primaria) para maniobras de carga, descarga y estacionamiento. El eje 1 norte queda reducido a solo 2 o 3 carriles para el tránsito vehicular. Recientemente en nuestra emisión radiofónica Fórmula Confidencial dimos seguimiento a través de nuestros reporteros a este problema que se junta con la reubicación de los comerciantes ambulantes afectados (ahora resulta que quienes violan la ley permanentemente también son afectados, ¡qué cosa!) por la construcción del Metrobús, las autoridades han determinado una aparente reubicación que impedirá a partir del próximo lunes 12 de diciembre, que comerciantes ambulantes ocupen los carriles de las avenidas en la zona del centro y Tepito. ¿Será?, van años intentando algo así y no se consigue, ¿se trata de una decisión tomada o de una tomada de pelo para que la gente esté tranquila?, ¿podrán contra los intereses de los grupos ambulantes que generalmente están liderados por partidos políticos y/o diputados?, esa es la gran interrogante. Tepito es literalmente una zona perdida por los ciudadanos, las calles, aceras y plazas públicas son propiedad de los comerciantes ambulantes que a través de los años se han adueñado de espacios públicos fomentando la corrupción basándose en una supuesta necesidad de empleo. En esta zona de la ciudad podemos comprobar el círculo vicioso que comienza con la necesidad y el derecho al trabajo y se transforma en una poderosa mafia (económica y política) que después, se llena de derechos con base en la ilegalidad, como si en México la Constitución previera ciudadanos de primera y de segunda. |
