La danza de Los Negritos, una tradición que perdura La danza de Los Negritos, una tradición que perdura

19:24:28 / 26/12/2011

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ZACÁN, Mich.- Por muchos años, la danza de Los negritos, en honor al Nuño Dios, se había dejado de practicar en ésta comunidad indígena de la Meseta Purhépecha; ha sido rescatada y tomado nuevo auge. La elegancia de sus trajes, máscaras, listones de colores y el movimiento cadencioso, es admirado por propios y extraños cada día 25 de diciembre; éste año no fue la excepción.



El sábado 24, los preparativos se intensifican en casa del carguero, en este caso, Ma. de Jesús Guerrero Valencia, sus familiares, compadres y amigos, rajan la leña y preparan los alimentos. Por la noche, es el ensayo real por parte de los danzantes y la banda de música Zacanense, que afinarán algún último detalle, conocer el terreno, la distancia y la pareja con quien bailarán.



El frío es intenso y los tradicionales ponches son repartidos entre las personas que empiezan a llegar a la casa del carguero y posteriormente platos con pozole; mientras se verifica el ensayo real, los cohetes retumban en lo alto del cielo zacanense, al norte de la población.



Han terminado y ahora a disfrutar la nochebuena con familiares y amigos. Se despiden. Nos vemos temprano, ¡al cuete!, sí ¡al cuete! Y se van perdiendo poco a poco entre los umbrales de aquellas solitarias calles de Zacán, donde en algunas esquinas un foco brinda una tenue luz amarillenta que contrasta con un cielo limpio y estrellado.



Es también noche de elaborar los “belenes” en casa de otros cargueros donde tienen a su cargo la Virgen de la Candelaria, de la Virgen María, entre otras, o bien, el Niño Dios que será levantado el 6 de enero del próximo año en casa de Andrés Aguilera Campos. En cada uno de los cargueros, preparan pozole, nacatamales, atápakuas y ponches, que reparten entre los asistentes.



El domingo 25, los danzantes se van congregando poco a poco al amanecer, elegantes y pulcros; de todos los rumbos del pueblo se ven caminando, el colorido de los largos listones que vuelan con el paso del suave viento, hacen que se alegre el ambiente. Los filarmónicos de la banda Zacanense también se van concentrando en casa de Chucha Guerrero.



Mientras preparan el levantamiento del Niño Dios, los danzantes buscan captar los primeros rayos del sol para mitigar en algo el intenso frio de la mañana; los músicos buscan acomodo para empezar a interpretar las primeras melodías, entumidos por el frío, poco a poco se van afinando. A las diez de la mañana la misa en el templo del lugar, al término, danzan en el interior Los Negritos y luego se encaminan a casa del carguero. Almuerzan y se alistan para salir a bailar a varias partes.



La primer parada es la capilla de Santa Rosa de Lima, al interior de la huatápera, luego siguen la casa de Omar Campos Méndez y Sergio Méndez Medina, hasta el mediodía en que son llevados a comer, tras recibir una comitiva de “correos” que llevan la carta.



Por la tarde, se dirigen a bailar en el atrio del templo, llevan el Niño Dios que será entregado al anochecer en casa del nuevo carguero, donde es recibido con flores y velas en largas filas compuestas por familiares. La fiesta 2011 ha terminado aquí, ahora, nos veremos en el 2012, en casa de Justino Mendoza.