Reseña de la Pirekua

ZACÁN, MICH.- El viernes 24 de agosto a las 19:00 horas, se presenta el Dueto Zacán en el auditorio de la Facultad de Agrobiología de la ciudad de Uruapan en un concierto donde seguramente ejecutarán magistralmente las pirekuas, patrimonio cultural de la humanidad, música mexicana y las famosas valonas.

David Maciel Méndez y Osvaldo Campos Hernández, forman el internacional Dueto Zacán y de quienes el destacado nicolaita José Luis Rodríguez Ávalos, hace una reseña de ellos, el terruño y la pirekua como uno mismo, como una fusión, de la cual damos cuenta a continuación.

En el idioma purhépecha, el verbo cantar se expresa con el infinitivo Pireni, del que deriva Pirekua, que es la canción, y Pireri para designar a quien canta, sea hombre o mujer.

La pirekua es un tipo de canción esquinera; jóvenes y viejos se reúnen bajo la luz amarillenta de los focos de sesenta y cien, que con dificultad atraviesan el frio que se estanca en las esquinas, bajo la noche apuntalada por enchapopotados postes, silentes testigos de aquellos rasposo cantos que hablan de amor, de esperanzas, viajes, nostalgias y alegrías.

Hay diversas formas de interpretar la Pirekua, según la región, advirtiéndose sutiles diferencias que el Dueto Zacán mostró al inicio de su trabajo como difusores de la canción y la música Purhépecha, por que también interpretan sones y abajeños.

Su éxito les llevó a incluir en su repertorio musical popular mexicana de todas las épocas y regiones, de tal manera que es inagotable el venero que posee este dueto en su cancionero, mismo que ha mostrado tanto en el país como en el extranjero, lo mismo en Estados Unidos que en Europa y en el sur americano.

Decir que Purhepecha y músico son sinónimos, no es una exageración. Es una simbiosis que ya había descubierto Vasco de Quiroga, lo que permitió soñar con pueblos hospitales donde las artes y los oficios eran una conjunción natural en una raza que produce con esmero, hoy día, productos culturales y artísticos de gran sensibilidad y belleza.

David y Osvaldo – mejor conocidos como René y Chavalín-, llegaron muy jóvenes a Morelia para estudiar ingeniería. Quizás la lejanía, la nostalgia y esa natural inclinación hacia el canto los hicieron agarrar guitarras e interpretar las bellas pirekuas de la montaña, del lago, de la cañada y de la ciénega.

Al repertorio indígena fueron sumando los diversos géneros de la música popular mexicana, para en la actualidad, ser poseedores de un amplísimo archivo del canto de México.

Pero también desarrollaron la habilidad en la ejecución guitarrística, lo que les ha permitido ser un dueto instrumental con el que artistas tanto populares como urbanos sueñan ser acompañados.

El Dueto Zacán ha representado a Michoacán, en la República Mexicana y en diversas partes del mundo ha dejado siempre la benéfica huella de su versatilidad, difundiendo parte del patrimonio cultural michoacano que tanto asombra a tantas culturas y deleita a quienes transcurrimos en este bello rincón del planeta.

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