Mantienen secuestrados 5 ministeriales, 4 federales, cuatro militares y un agente del Ministerio Público.
08:09 PM 14/03/2012
URUAPAN, Mich.- Un día de mucha tensión se vive en la comunidad indígena de Capacuaro, perteneciente a este municipio, tras la detención de dos camionetas con madera y el choque de un automóvil, por parte de elementos de la Base de Operaciones Mixtas (BOM), en represalia, los habitantes de dicho lugar secuestraron y golpearon a cuatro elementos de la Policía Federal y retienen dos patrullas; poco después secuestraron cuatro militares, cinco policías ministeriales y un agente del Ministerio Público, así como una patrulla de la PGJE.
Al mediodía, sobre la carretera a Paracho, a la altura de la desviación a Pomacuarán, los de la BOM interceptaron y detuvieron dos camionetas doble rodado cargadas de madera, lo que provocó se organizaran los indígenas y fueran a rescatar las unidades.
Cuando los de la BOM circulaban a la entrada del poblado de Capacuaro, trataron de revisar a un grupo de jóvenes que se encontraban a la orilla de la carretera junto a un automóvil Sentra, color gris, para evitar ser requeridos, los jóvenes corrieron hacia una propiedad y saltaron la barda; los policías y militares fueron tras ellos pero no les dieron alcance, por lo que realizaron varios disparos de arma de fuego al aire.
Poco más adelante, de nueva cuenta los militares y policías federales, se detuvieron y se introdujeron a la Escuela Primaria “Amado Nervo”, apuntando hacia todos lados con sus potentes armas, situación que alarmó a los niños y maestros que salieron corriendo.
Antes de seguir su camino, los militares chocaron con su camioneta el auto Sentra hasta volcarlo y dejarlo convertido en chatarra.
La situación enardeció a los habitantes quienes rápidamente se organizaron y se reunieron, entre hombres y mujeres y detuvieron dos patrullas de la Policía Federal y cuatro elementos que mantenían retenidos en la jefatura de tenencia. Poco más tarde, también fueron secuestrados cuatro militares, cuatro policías ministeriales y un agente del Ministerio Público, así como una patrulla de la PGJE.
Cuando la multitud llevaba caminando a la plaza del lugar a los rehenes, otros policías federales realizaron varios disparos de arma de fuego desde la parte alta de la carretera, por donde se ubica el Colegio de Bachilleres, lo que ocasionó sonaran las campanas de la iglesia y se juntara la gente en la plaza del lugar.
La situación hasta ésta tarde era tensa, no había negociación con ninguna autoridad y amenazaban con linchar un federal o un militar.
A su vez, fuentes allegadas a la Fiscalía General del Estado (FGE) indicaron que los policiales locales sufrieron una agresión a balazos en la cual murió un oficial y otro resultó herido.