La Escuela de Pintura "Félix Parra" Considerando oportuno habremos de tomar en cuenta que una vez que Mapeco se retiró del Taller Escuela "José Guadalupe Posada", alumnos y maestros decidieron respaldar como nuevo director del plantel al compañero Francisco Moreno Duarte. Desde un punto de vista particular, con la salida de Mapeco del taller podría definirse el fin de primer gran proyecto educativo y artístico de Mapeco, pues la Escuela de Pintura "Félix Parra", no fue sino un plantel que nació a consecuencia del cierre de actividades del taller "Guadalupe Posada", el cual desde 1953 a 1964, estuvo bajo la tutela de Mapeco. La nueva escuela, la "Félix Parra", habría de convertirse en un espacio importante en Uruapan para el fomento del arte, pero con metas totalmente diferentes a lo planeado por su maestro Manuel Pérez Coronado. Incluso si nos acercamos a la evolución histórica del plantel veremos que no fue específicamente la pintura y el grabado las materias tratadas, mejor dicho se le dedicó tiempo a otro tipo de expresiones artísticas y culturales, por ejemplo: la danza, la pintura, las letras, la poesía, el canto, etc. La Escuela "Félix Parra" estuvo ubicada en la calle Carrillo Puerto No. 5. Antes de llamarse "Félix Parra" se llamó "Diego Rivera", el 8 de agosto de 1966, bajo la dirección de Moreno Duarte se publicó el folleto "Homenaje a los Constituyentes del 57". En 1973, se publica otro folleto con xilografías a color, dibujos a lápiz y pinturas de los alumnos José Luis Gutiérrez Peña, Víctor Quincosa Cabrera, Olivia Ortega Valencia, Laura Lugo Moreno, Diana Murillo Aguila, Raúl Larriva Alvarez y Baldomero Zambrano. Ya en 1977 su domicilio era Hilanderos Número 23. En ese lugar se abren otro tipo de expresiones artísticas y culturales en danza, música y teatro; bajo la dirección de Lucita Paz, Aurelio Machuca y José Luis Negrete, respectivamente. Se creó el "Coro de Voces del Cupatitzio", que acertadamente dirigió el profesor Ernesto Vázquez López. Moreno Duarte fue autor de "La Gloria del Cadalso", obra de teatro puesta en escena por el Club "Cultural de Uruapan", que encabezara Ignacio Piceno Cisneros, quien también colaboró en la escuela. En 1984 surge "Buril", publicación cultural, artística, histórica; donde dirige y participa Moreno Duarte así como otros colaboradores, entre ellos José María Paredes. Otro colaborador fu el maestro Raúl Ordaz Talavera. Otro fue el Lic. Enrique Mercado Corona, uno de los últimos, fue alumno de música y por su cumplimiento y responsabilidad se convirtió en el maestro de la escuela. Nace el Segundo Proyecto de MAPECO Por otro lado, en 1965 Mapeco busca nuevos horizontes, y, por lo tanto, nuevos proyectos. Uno de ellos fue la creación de un taller escuela modelo para todo el país, teniendo como principio aspectos totalmente diferentes a los establecidos en los planteles formales que funcionaban bajo la supervisión de la Secretaría de Educación. Para entonces el artista uruapense no estaba de acuerdo con el camino que había tomado la propia Escuela de Taller y Pintura "Félix Parra". En 1966 y a consecuencia de la decisión tomada dos años donde se propuso por consenso que su alumno, Francisco Moreno Duarte, ocupara la dirección del taller "J. Guadalupe Posada"; Mapeco no bajó los brazos y firme en sus decisiones, y más firme en sus aspiraciones artísticas, ya planeaba crear otra escuela con las características que él mismo había cimentado en el taller surgido en 1953, del cual naciera la escuela "Félix Parra". Arrancó con otra propuesta, al tratar de fundar un lugar donde, aparte de impartir clases, se promoviera y comercializara la artesanía de la región, de tal manera que fuera sustentable. Proyecto que a pesar de no haberse cristalizado demuestra la capacidad creadora y emprendedora del maestro. Una nota publicada en el semanario local "Vanidad", edición número 299, con fecha 30 de junio de 1966, le expresa los mejores augurios a la nueva iniciativa de Mapeco: "Con el concurso de un grupo de artistas, artesanos y diseñadores de la localidad, animados por el pintor Manuel Pérez Coronado se ha establecido ya el Taller de Artes Plásticas y Artesanías que, a pesar de no haber sido inaugurado oficialmente, está rindiendo óptimos resultados en beneficio de la pequeña industria artesanal de la región". Y más adelante detalla, el propósito fundamental del nuevo proyecto del uruapense: "Entre las realizaciones de esa obra se cuenta con el impulso que se dará a la alfarería, herrería, carpintería y se establecerá aquí la escultura en papel, que tiene como ancestros a los "judas" que desaparecieron del calendario festivo de nuestro pueblo tan luego como el Sábado de Gloria fue retirado del calendario litúrgico. El proyecto en sí era ambicioso, pero requería del apoyo gubernamental: "La inauguración definitiva, del mencionado taller escuela se efectuará en los próximos seis meses cuando se espera terminen las gestiones para que la CFE ceda los terrenos en la antigua planta de luz de San Juan de la citada Compañía Eléctrica de Morelia, entre las calles de Cupatitzio y Ocaranza. Provisionalmente se utilizarán los talleres de forja, fundición y carpintería, actualmente abandonados y posteriormente se utilizará como auditorio la sala de máquinas. Se creará un lago artificial para la exhibición de la escultura metálica y se construirán varias aulas. La Comisión Federal de Electricidad ha mostrado mayor disposición para ceder el terreno y las instalaciones". La nota remataba diciendo que el taller-escuela habría de ser autosuficiente económicamente, ya que "al inaugurarse se abrirá con infinidad de productos que de inmediato se pondrán a la venta para crear un fondo que sostendrá el establecimiento y permitirá su ampliación". "Para la construcción del local definitivo, se cuenta con la colaboración de la Comisión del Balsas, que ha ofrecido 16 camiones de arena y grava; el arquitecto Jorge Castillo colaborará con cemento y dirección técnica; independientemente de otras colaboraciones que oportunamente serán tomadas en cuenta. Provisionalmente el taller de artesanías está funcionando en un terreno de la familia Pérez Coronado, situado en la calle Gral. Pedro Antonio de León 26, colonia Cupatitzio", dice el semanario. En otro orden de ideas, como se dijo, para enero de 1967, Mapeco ya nada tiene que ver con el taller que él fundara. Sin embargo, a través de sus escritos, todavía en aquel año, a pesar de la desaparición "oficial" del taller Posada, defendía la postura de enaltecer y continuar con la difusión de la técnica y la obra de José Guadalupe Posada y decía: "Si preguntamos ¿qué pasa con la herencia de don José Guadalupe Posada? Lo hacemos pensando en el deber que tenemos de denunciar ante el pueblo, esa basura artística, mercantilista, ebria de mediocridad y falso romanticismo; denunciar el marxismo deformado y pagado por el Estado, que exaltan innumerables corifeos y jilgueros de circo, maroma y teatro; denunciar la farsa revolucionaria que ya se está tornando trágica y peligrosa". La cuestión en este manifiesto iba directo al nuevo taller "Félix Parra": "Si el mismo círculo histórico que llamó ateo y comunista a Juárez, se cierra ahora sobre nuestras cabezas, en el nombre de don José Guadalupe Posada, invoquemos la unidad revolucionaria con el trabajo patriótico en el arte, para que como alimento psíquico fortalezca con el carácter de la lucha por las mejores causas humanas. En México no estamos en jauja, ni en el mundo se ha conquistado el pan, la paz, y la libertad. ¡Señalemos a los fariseos que pretenden formar toda una generación de asalariados resignados! Defendía la postura de crear en Uruapan una escuela, diferente a la naciente Félix Parra, pues no comulgaba con el control del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura: "En el campo del arte, como en otras dimensiones de la vida nacional se practica el más feroz centralismo. El Distrito Federal es un invernadero para los grupos de narcisistas intelectuales y la provincia con honrosas excepciones carece de una verdadera Escuela de Artes Plásticas, con talleres, bibliotecas y organización pedagógica. El INBAL, si posiblemente trabaja bien, lo hace solamente en la capital de la República, pero como el Instituto Nacional de Bellas Artes no promueve actividades artísticas, ni coordina sus esfuerzos aprovechando inagotables recursos humanos de la juventud mexicana". "¡Luchemos para formar un magisterio de las artes plásticas, con disciplina de taller, conocimientos pedagógicos y clara concepción revolucionaria de la educación artística!", exclamaba. Y se dirige a los jóvenes: "¡Organicemos un nuevo frente con los trabajadores de la plástica que se haga sentir hasta el último rincón de la patria! ¡Hagamos un nuevo llamado a la juventud para que al lado de sus auténticos maestros rescaten las artes y las artesanías patrias, salvando con ello la preciosa herencia de don José Guadalupe Posada, amenazada en nuestros días por tremendas fuerzas adversas." "¡Luchemos contra la simulación, el engaño y la rapiña y por la hombría de bien, el amor a la verdad y la belleza!". (De: "Manifiesto". Año 1 núm. 4, Uruapan, marzo-abril de 2010). Se fortalece el segundo proyecto de Mapeco Por otro lado, al tiempo que Mapeco proseguía su labor y peregrinaje por distintas ciudades del país, desde 1965 ya había establecido un taller pequeño, en el corral de su casa, localizado en la antigua calle Purépechas Número 30, hoy Manuel Pérez Coronado, de la colonia La Magdalena; destinado a todos aquellos jóvenes y personas interesadas en ingresar a una escuela libre de arte donde pudieran adquirir los conocimientos de la pintura y grabado, bajo sus principios ideológicos y pedagógicos, como único maestro. Es precisamente aquí donde surge el que podría llamarse su segundo proyecto de escuela para Uruapan, el cual a unos días de su inesperado fallecimiento, en 1970, se transformaría en el Taller Escuela de Arte y Pintura "Manuel Pérez Coronado", también conocido como "TEAPA Mapeco", al que se ha dedicado el presente trabajo. Con toda justicia debemos reconocer que el alumno que habría de continuar en la práctica con el proyecto de Mapeco fue Benjamín García Duarte, quien a partir del primer contacto con el artista uruapense mantendría una relación muy estrecha con él, siendo su heredero inmediato y por lo tanto el futuro directo del taller escuela. Todos coinciden en que Benjamín García, es uno de los más cercanos colaboradores de Mapeco y quien junto con otros compañeros de generación fundaría y consolidaría al "TEAPA Mapeco", por lo menos hasta la fecha. García Duarte, originario de Purépero, nos ofrece un valioso testimonio, en una entrevista realizada por el maestro Ramón Sánchez Reyna, en 2009, en donde recuerda: "A Mapeco lo conocí en 1966 en una forma por demás accidental. Desde muy pequeño me ha gustado la pintura, pero nunca había pintado ni tenido la oportunidad de observar a un pintor trabajando, ni contemplar su estudio. Es por eso que una tarde, cuando yo paseaba por la calle Purépechas, me detuve ante una puerta, intrigado, para observar a un pintor que se encontraba trabajando, rodeado de cuadros, unos inconclusos, otros terminados; ahí también tenía su biblioteca. Y yo, por otro lado, con esa inquietud que llevaba dentro en torno de la pintura, tomé la curiosidad de asomarme por una reja cada vez que pasaba por allí. En esas ocasiones sentía que todo eso era inaccesible para mí. Yo estaba absorto, cuando de pronto, a mi lado, oigo una voz que me dice: "-Buenas noches. "Yo volteé asustado y lo vi; -"¿Le gusta la pintura?" -Pues sí, si me gusta. "-Pase para que la vea más de cerca". Entonces me abre la puerta y me pasa a su estudio. Y, pues yo, con muchos problemas de expresión, muy cohibido, veía los cuadros, y él me sacó plática. A él le gustaba mucho platicar. Me hizo muchas preguntas: que si me gustaba la pintura, que por qué me gustaba, y así estuvimos hablando un buen rato. Le comenté mis inquietudes. Y de inmediato tomó un papel y un lápiz, me los entregó y me dice: "Haga este trabajo, por favor"; y ya, como pude empecé a hacerlo parecido aunque me gustaba de corazón, de ver y de estar tan cerca de eso que tanto anhelaba desde niño, por eso me sentí asustado y emocionado a la vez, a esa edad, en que me encontraba con un pintor, en el estudio de un pintor, y de un gran pintor; estuvimos platicando mientras él seguía haciendo su trabajo, y en ello me dice: "Usted tiene facilidad". Con un poco de orientación y ayuda usted puede hacer mucho o algo, todo dependerá de usted", dice en la entrevista. Se podrá observar que el taller inicia sus clases en la casa del maestro uruapense, y más pronto de lo esperado se transforma en el espacio que permitirá el surgimiento de un nuevo grupo de jóvenes estudiantes que se incorporarían con entusiasmo a la enseñanza artística bajo la directriz de Mapeco. Muy pronto el maestro Benjamín se convierte en su ayudante más constante, aprende a manejar el equipo de soldadura y encuentra una forma de expresión plástica por medio de la escultura con chatarra metálica. En cuanto a la escuela que data de 1965, comenzaba a dar frutos pero era necesario integrar un equipo de trabajo sólido. Por ese tiempo, llegó al taller un joven campesino que lejos de estudiar la carrera en agricultura quería ser pintor, nos referimos a Mario Herrera Quintero, quien llegara a ser otro discípulo comprometido con la causa del taller y sus necesidades, a tal grado que ofreció madera para la elaboración de mesas de trabajo, bancos y caballetes para el uso de los alumnos asistentes. Para entonces había grandes expectativas del taller particular de Mapeco, pues ahí surgieron nuevas formas de expresión a través de la permanente búsqueda de la exaltación, vitalidad e imaginación, aprovechando la belleza, la fealdad, la tragedia y el dolor, la libertad, la censura, pero también el amor. Todo ello manifestado en las obras que se conocen de sus discípulos. El maestro continúa haciendo sus viajes, el taller sigue en pie y es atendido personalmente por él cuando regresa a su tierra natal. En ese entonces, entre su itinerario se encuentra otra vez un viaje a la isla de Cuba, alrededor de septiembre de ¿1967?, donde se llevó a cabo la exposición de sus obras. Mientras tanto sus alumnos no cesan su preparación y esperan con ansias el regreso del maestro para escucharlo y aprender más de su experiencia. Su viaje a Cuba le dio prestigio y se fue consolidando. Pero no deja solos a los alumnos, viaja con ellos, les enseña a cazar paisajes, descubre rincones tan bellos de muchas latitudes, por ejemplo, la barranca del Marqués. Hay una gran comunión entre el maestro y alumno, ese vínculo que sería trascendental para la evolución del taller. Además, Mapeco se relaciona con autoridades de otros estados, con directivos de dependencias e instituciones federales y estatales, sus viajes abarcan el noroeste del país. Y cada vez que llega Manuel a Uruapan se le hace una gran fiesta, es cuando la tertulia incluye la más selecta intelectualidad de Uruapan: el doctor Santiago Cendejas Huerta, Héctor Manuel Zaragoza, Luis Luna Rubio, José Zavala Paz, Tere Méndez, el padre Juvencio Méndez Peralta, etc. Gracias a los diversos viajes y al conocimiento de las bellezas naturales del paisaje mexicano, incluso el europeo, sus alumnos se benefician en su preparación y estudio sobretodo por el estilo artístico y singular de su guía, incluso en sus constantes sus viajes a distintas partes del estado de Michoacán, invitaba a sus alumnos, en donde escriben, pintan y dejan obra, los lienzos se plasman de la belleza e interpretación artística de los "mapecos". En la segunda generación de alumnos habrían de destacar, ya desde 1967-1968, varios jóvenes pintores con grandes cualidades, entre quienes se encontraban: el propio Benjamín García Duarte, Mario Herrera, Apolinar Ramírez, Javier Palmerín, Cecilio Carlos, Jesús Miranda, Javier Palmerín Hernández, Juan Pérez, Reynaldo García Duarte y Rosendo Castellanos. Para entonces Mapeco planeaba incorporarlos al proyecto del Taller-Escuela de Artes y Oficios. El terreno para la edificación y una parte importante del presupuesto sería otorgado por la Comisión del Río Balsas, hoy Comisión Federal de Electricidad. Este proyecto de la Escuela de Artes y Oficios, ya había sido expuesto en amplias charlas en las que el maestro, con gran entusiasmo explicaba de los objetivos y ventajas: -Sería un espacio donde las artes y oficios se complementarían mutuamente; el dibujo, la pintura, el grabado y la escultura aprendido y a su vez, los objetivos, producto de un oficio, se verían enriquecidos por los diseños de los artistas. Sin embargo, los resultados no fueron favorables tanto por la burocracia como a consecuencia de fallecimiento de Mapeco.
Ultimamente he escuchado a los comerciantes de la Ciudad de México, quejarse amargamente de la incursión de los chinos en bodegas, de ropa y diversos enseres en los mercados tradicionales.
La rectora Yarabí Ávila González y la secretaria del Bienestar, Andrea Serna, inauguraron el Foro Internacional Universitario de Igualdad de Género, Inclusión y Cultura de Paz: Hacia la construcción de la Agenda 25/27.