La necesidad de una transparencia sindical

Desde hace años en esta columna hemos tocado el tema de la transparencia sindical. Con el pretexto que los sindicatos únicamente le deben rendir cuentas a sus agremiados, líderes de decenas de sindicatos han aquilatado fortunas incalculables tanto en dinero como en poder. Tenemos los casos más populares como son Elba Esther Gordillo del SNTE, Carlos Romero Deschamps del sindicato petrolero, Víctor Fuentes del SUTERM o Víctor Flores del sindicato ferrocarrilero.

Cuando tienen a la base sumida en la ignorancia y el acarreo, estos quedan satisfechos con informes irreales sobre las supuestas cuentas que tal o cuál sindicato rinde.

Los sindicatos son necesarios ante el capitalismo salvaje que vivimos, sin embargo el modelo mexicano está en franca fase final de descomposición, quizás la transparencia es una de las pocas vías de salvación que quedan.

Existen personas con una profunda visión miope de la realidad, que aseguran que los sindicatos no son necesarios y que son enemigos de la productividad. La lucha obrera resulta importante en una sociedad mercantilista donde los derechos de los trabajadores cada vez son menos y la voracidad del capital cada vez se manifiesta más. No es casual que en México, por ejemplo, la distribución de la riqueza esté en uno de los niveles de mayor desigualdad en el continente y tengamos al hombre más rico del mundo entre nosotros.

Los sindicatos deben rendir cuentas a la sociedad en su conjunto, los líderes sindicales deben hacer declaraciones patrimoniales públicas. ¿Alguien sabe cuántas casas y de qué valor posee Elba Esther Gordillo?, ¿alguna persona tiene idea de las percepciones mensuales de Carlos Romero Deschamps? , ¿en algún momento Víctor Flores o Víctor Fuentes han señalado sus percepciones como trabajadores en sus gremios?, vivimos en un país donde liderar un sindicato es una forma de hacerse de mucho poder y dinero fácilmente, con el pretexto de defender a una clase trabajadora que cada vez está en peores condiciones.

Como es bien conocido, el gobierno en turno tiene sus sindicatos amigos (como el SNTE, el petrolero, el ferrocarrilero, el SUTERM, la CTM) y sus sindicatos enemigos como el STUNAM, el tranviario o el SME, incluso a este último se ha tratado de desparecer mediante la extinción de Luz y Fuerza del Centro.

Hace un par de días la diputada panista Ivideliza Reyes Hernández acusó a Martín Esparza, líder del SME de enriquecerse a costa de los trabajadores, hecho al que Esparza pide pruebas o en su caso una acusación formal para deslindar responsabilidades. Me parece que en lugar de tomar la misma postura del gobierno en turno, es una oportunidad de entrar al rubro de la transparencia. ¿Qué le cuesta a Martín Esparza si no tiene nada que ocultar hacer pública su declaración patrimonial?, explicarle a la ciudadanía cuáles son sus propiedades, con qué recursos las compró, cuáles han sido sus percepciones más allá de su salario que devengó por años en Luz y Fuerza del Centro, cuál era (o es) la dieta que él los miembros del Comité Central de su sindicato devengaban. Ello realmente daría un voto de confianza público a quien dice encabezar una lucha a favor de más de 40 mil trabajadores despedidos injustificadamente de un día al otro.

La moneda está en el aire, Martín Esparza tiene la oportunidad de cambiar el rumbo del sindicalismo mexicano haciendo uso de la transparencia, una necesidad real en un México opaco.

JOSÉ ANTONIO LÓPEZ SOSA

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