Estuvo ayer el presidente de los Estados Unidos de América en la ciudad de El Paxo, Texas, justo del otro lado del río de la ciudad más peligrosa del mundo
08:16 PM 10/05/2011
Estuvo ayer el presidente de los Estados Unidos de América en la ciudad de El Paxo, Texas, justo del otro lado del río de la ciudad más peligrosa del mundo, Ciudad Juárez, Chihuahua.
Entre todo lo que dijo, destaco lo que comentó con respecto a la seguridad en la frontera, confirmó la ampliación en el equipo y operaciones de la patrulla fronteriza, asimismo clamó por el derecho y las obligaciones que tienen los indocumentados y sus hijos en los Estados Unidos.
No escuché en ninguna parte del discurso un compromiso para no permitir más el ingreso de drogas a los Estados Unidos, o bien la exportación de armas de los Estados Unidos a México. Ambas cuestiones tienen a nuestro país en un nivel de violencia semejante a una guerra civil. No se trata de responsabilizar plenamente a los Estados Unidos pero sí, de hacer notar la parte que les corresponde.
Si el mercado más grande de consumidores de droga en el mundo no permitiera el paso de estupefacientes a lo largo y ancho de sus fronteras, nuestra historia sería otra. Del mismo modos si se controlara la venta de armas, quizás la realidad mexicana tuviese menos sangre en sus páginas.
Ahora bien, el presidente Obama habló de un reforma migratoria, un hecho que no se ve llegar y difícilmente se logrará durante la presente administración en los Estados Unidos. El gobierno del presidente Obama debiera estar más preocupado por el traspaso de drogas que por el ingreso de ilegales, no obstante parece que les preocupa más el segundo punto en lo absoluto.
El gobierno mexicano no dijo nada. Ciudad Juárez permanece en el ranking de las ciudades más peligrosas del obre y los responsables de las seguridad pública siguen callados.
Apenas un grupo de la Marina abatió a unos Zetas en un islote de la Presa Falcón en la frontera, así acumulan tierras y poder, miles de ciudadanos mexicanos abandonan sus tierras y casas por la amenaza criminal, mientras el presidente Calderón defiende hasta morir a Genaro García Luna (¿pues cuánto le deberá?) y Barak Obama comienza su campaña de reelección.
Al final del día mexicanos y estadounidenses que cohabitan la frontera permanecen igual, sin garantías de seguridad para la población, con la diferencia que en los Estados Unidos los criminales se comportan y en México, pueden hacer lo que les dé la gana.
Así culminó la visita de Obama a El Paso, nada espectacular.
JOSÉ ANTONIO LÓPEZ SOSA
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La colocación de torres y sistema electromecánico de la primera estación del cablebús en Uruapan ya presenta un avance del 80 por ciento, informó el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.
Todos los dirigentes de los grupos de presión existentes en el magisterio democrático, que se dicen comités ejecutivos de la sección XVIII pero que no lo son, hablan de la unidad de los dientes para afuera.