Los Mártires de Uruapan, los defensores de la patria
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Acondicionarán la plaza en su honor; no alcanzaron a terminar.
06:59 PM 20/10/2011
URUAPAN, Mich.- El acto luctuoso de 146 aniversario del fusilamiento de los llamados Mártires de Uruapan, por los imperialistas, se llevará a cabo la tarde de éste 21 de octubre en una plaza acondicionada ya que no alcanzaron a terminar la remodelación, dijeron las autoridades municipales.
“… El monumento erigido a los Mártires de Uruapan en octubre de 1865, no tiene por objeto perpetuar un sentimiento de venganza, por más que éste se digno a lo menos de excusa, movido por el asesinato de patriotas fieles a la causa nacional; crimen que hizo contraste a vista del mundo entero, con el tratamiento dado en aquellos días por jefes republicanos a sus prisioneros europeos. Y, sin embargo, ese hecho atroz que violando leyes de la guerra, apenas pudo encontrar apoyo en el sanguinario decreto de 3 del mismo octubre expedido por el usurpador; ese hecho reprobado aun en escritos de enemigos neutros, ha sido generosamente olvidado por la nación, que satisfecha con el castigo de algunos de sus autores, extendió su perdón a todos los demás culpables. El noble objeto, pues, del Monumento de Uruapan, es sólo conmemorar la gloria de las víctimas (los Mártires de Uruapan)…”.
El anterior escrito fue de Porfirio Díaz en octubre de 1893.
Días después de la Gran Parada para el paso de revista a las tropas, los generales José María Arteaga y Carlos Salazar, parten de Uruapan hacia Santa Ana Amatlán, en donde son capturados por el traidor de Ramón Méndez el 13 de octubre de 1865, traídos a pie a Uruapan donde llegan el día 20, los encarcelan y al amanecer del 21 del mismo mes de octubre, son llevados al patíbulo, exactamente donde se ubica en la actualidad La Pérgola, donde son fusilados.
Los Republicanos pasados por las armas fueron los generales José María Arteaga y Carlos Salazar; los coroneles J. Trinidad Villagómez y Jesús Díaz, así como el capitán Juan González. El responsable de la ejecución fue el coronel imperialista Ramón Méndez.
Luego de ser fusilados, los cuerpos permanecieron varias horas en el suelo, hasta que varias mujeres y hombres recogieron los cuerpos, lavaron la sangre y los velaron; el coronel Jesús Díaz fue sepultado en Paracho, donde descansan sus restos; los otros cuatro liberales fueron sepultados originalmente en el panteón del barrio de San Juan Evangelista, luego los restos de los generales Arteaga y Salazar fueron llevados al panteón de San Fernando en la ciudad de México y solamente el coronel Villagómez y el capitán González, yacen en ésta ciudad.