Casa Meced cumple ese sueño, tendrán su vestido y una fiesta.
06:24 PM 24/11/2011
Morelia, Mich., 24 de noviembre de 2011.- Martha Erandi Ábrego Salcedo de tan sólo 15 años, desde que era una pequeña de sólo 12 años fue obligada por su padre a dejar la escuela para trabajar en los cruceros de la ciudad vendiendo semillas; dejando atrás los juegos y los libros, tuvo que soportar el sol, la lluvia, las noches oscuras y sus peligros para de esta manera llevar un ingreso económico a su hogar. Con una mirada llena de ilusión y con ganas de seguir superándose, esta joven que en próximas fechas celebrará con una gran fiesta sus 15 primaveras, tuvo la suerte de ingresar a Casa MECED (Menores en Circunstancias Especialmente Difíciles) cuando más lo necesitaba, logrando ahora continuar con sus estudios. “La verdad es muy feo estar trabajando a esta edad en las calles para poder conseguir dinero, pues creo que todos los niños merecemos mejores oportunidades, seguir con nuestros estudios y disfrutar de nuestra niñez”, señaló. Erandi, como casi todos la conocen, narró que en su caso, tuvo que dejar la escuela a los 12 años, cuando aún cursaba la primaria, para laborar en los distintos cruceros de Morelia en los que vendía semillas, ya que su padre no podía sostener por sí solo a la familia conformada por 7 personas. “El último trabajo que tuve fue en el monumento; no me puedo quejar, me iba muy bien, pero esa no era la vida que yo quería; en este sito trabajaba con mis hermanos y mi mamá, pues el recurso que aportaba mi padre a nuestra casa no nos alcanzaba”, dijo. Con la voz entrecortada, recordó que su papá fungía como velador, “él nos obligaba a trabajar para salir adelante, su quincena no nos alcanzaba para nada y menos si se tiene una familia como la de nosotros; ahora sé que la vida puede cambiarte de un momento a otro, sólo es cuestión de que tú así lo quieras”. Erandi Ábrego Salcedo, comentó que su vida dio una cambio total al encontrarse, después de 3 años, en el lugar que laboraba con una de las trabajadoras de Casa MECED. “Ella nos explicó a mi madre y mis hermanos el tipo de apoyo que se brindaba aquí, por lo que decidimos que era una buena opción para cambiar de vida, acudimos a este centro y hoy en día, mi mamá recibe una despensa, mi hermana de 10 años una beca y yo tuve la oportunidad de continuar con mis estudios, cursando de nueva cuenta la primaria abierta, pues cuando sea grande aunque aún no sé qué profesión realizar, me gustaría ayudar a los niños que como yo, piensan que no hay otro estilo de vida”, dijo.
Manifestó que no tiene cómo agradecer la ayuda que las personas que trabajan en esta casa le han ofrecido en tan corto tiempo, “son gente muy comprometida, las trabajadoras sociales que tengo como Chayito me han apoyado mucho, gracias a ellas mi sueño de tener mis quince años se volverá realidad en esta semana”. Y es que gracias al entusiasmo de las encargadas de este centro que depende del DIF municipal, Erandi ya tiene su vestido: “amplio como siempre soñé, mi vals, una comida con todos mis seres queridos y lo mejor una fiesta de sueño como la mayoría de las niñas de mi edad tienen, creo que esa era una de mis más grandes ilusiones, que ahora se vuelven realidad por los esfuerzos de todas estas personas comprometidas con niños como yo, niños de la calle”. Externó que esta fiesta la compartirá con una de sus compañeras, Gabriela Cambrón Vilches, quien por suerte nunca se ha visto en la necesidad de laborar en las calles de Morelia, sino ha sido una chica que ha disfrutado de su niñez, adolescencia y juventud como muchas personas lo hacen, con la única diferencia de que su nivel económico no es suficiente para seguir solventando sus estudios, razón por la que decidió acudir a Casa MECED y gestionar una beca.
Ambas chicas al ser un ejemplo de superación y saber de los beneficios que se ofrecen dentro de Casa MECED, invitaron a los niños que actualmente se encuentran trabajando en las calles de la capital a acudir a este centro y mejorar sus condiciones de vida, “queremos decirles a los papás de estos niños que lo más importante es que ellos sigan estudiando y no andar trabajando en calles, ellos necesitan disfrutar su niñez y estudiar para ser alguien en la vida”.
ACTUALMENTE CASA MECED TIENE BECADOS A 254 INFANTES
A decir del coordinador de Casa Meced Joaquín Aldape Estrada, actualmente son 254 los niños que están becados, a quienes se les da un seguimiento, es decir se tiene un contacto directo por medio del departamento de trabajo social, para estar al pendiente de su salud, situación educativa y económica, “dentro de éstos ya están incluidos los 74 que ha sido posible retirar de la vía pública”. La beca consiste en una despensa que otorga el DIF municipal, la cual contiene productos de la canasta básica, misma que reciben de manera mensual; además de darles una ayuda económica de 200 pesos que es posible gracias a las aportaciones federal, estatal, municipal y de los padrinos que en muchas ocasiones son asociaciones, empresarios, entre otros. También se les da apoyo educativo por medio de talleres que forman parte de un proyecto integral y que son de lectura y tareas, psicológico, sólo por mencionar algunos. Esta casa que se puede decir fue pionera en el estado de Michoacán, se fundó en el año de 1993, ya que en ese entonces el número de niños que vivían en la calle iba en aumento; el principal objetivo es el ofrecer a los infantes un sitio de orientación para que continúen con sus estudios y hacerles ver que el trabajo a temprana edad no es conveniente.
En un esfuerzo por fortalecer la educación superior en el estado, los diputados locales por Michoacán, Diana Mariel Espinoza Mercado y Hugo Rangel Vargas, se reunieron con la rectora de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).
Los secretarios General y Administrativo, Javier Cervantes y Edgar Martínez en representación de la rectora hacen entrega de colchones, tanques de gas, boilers, utensilios de cocina, pintura e impermeabilizante a las y los moradores.